El Negociado de Investigación Especial (NIE) del Departamento de Seguridad Pública, bajo consulta directa con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), está a cargo desde la mañana de este miércoles de investigar las causas del apagón que dejó a 450,000 abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sin luz tras registrarse una avería en la línea 50500 de 230,000 voltios.

Según precisó el director de Transmisión y Distribución de la AEE, José Sepúlveda, los agentes del NIE no les informaron el tiempo que demorarían para establecer quién o quiénes intervinieron indebidamente con el sistema eléctrico el pasado martes para causar una avería de tal magnitud.

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Es que, tal y como lo denunciara el director de la AEE, José Ortiz, Sepúlveda sostuvo que hubo intervención humana en la falla reportada a las 3:12:42 p.m., entre la línea de distribución de 230,000 voltios desde Arecibo e Isabela.

Ortiz catalogó el asunto como un sabotaje o un “terrorismo interno”, porque alegó que “encontramos anoche una caja de interruptores que fue manipulada y se eliminó toda la protección del sistema en el área entre Arecibo e Isabela, toda la protección del sistema fue eliminada. Fue algo que se hizo manual”.

Sepúlveda explicó el esquema, el cual supuestamente tuvo como centro de origen una subestación ubicada dentro de la Central Cambalache, en Arecibo.

Negó que los problemas de desganches reportados entre las torres 104 a 105, entre Añasco y Mayagüez, así como 31 a 32 en Aguadilla fuesen el causante de la avería, como alegó el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier), Ángel Figueroa Jaramillo. Aludió a que en la zona no se encontró prueba de áreas vegetativas quemadas a causa de un corto circuito.

“Esos puntos de desganche se están atendiendo, pero a mi entender eso no fue que sacó la línea de servicio. No hay prueba palpable que hubo un corto circuito ahí”, afirmó en entrevista telefónica con Primera Hora.

“Básicamente lo que causó el ‘trigger’, el detonante, para que ocurriera la falta de servicio no se ha determinado todavía. Lo que sí se determinó y estamos en investigación más exhaustiva es que el sistema de protección no detectó esa avería como se supone y la pasó a la red de transmisión de 230,000 voltios”, expuso.

El funcionario detalló que de lo que “se investigó en la tarde y noche de ayer, (martes) se encontró que se había deshabilitado manualmente la fuente de energía que prende y alimenta a las máquinas que hace que funcione el sistema de protección”. A este sistema se le llama reles.

“Si no está reles encendido, básicamente le quitas los ojos al sistema para detectar cualquier avería”, agregó.

Es a la persona o las personas que apagaron o no encendieron el reles de Cambalache a quien las autoridades investigativas andan buscando.

Sepúlveda señaló que la caja de interruptor del reles, de una carga de 48 voltios, puede encenderla o apagarla “cualquier empleado que tenga acceso a entrar a una subestación de la Autoridad”.

Tras el incidente, se verifica si en la zona había cámaras de seguridad y si existe evidencia que apunte qué ocurrió con la activación del sistema de protección de las líneas de alto voltaje.

También se verifican los registros de las personas que entraron a la subestación, llamada Cambalache TC.

“Se mantienen en bitácora quién entra y quién sale. Hay que ver quién tuvo acceso a esos equipos y con qué motivo se desenergizaron los equipos”, sostuvo.

Otro problema detectado por la AEE es que cuando se apagan los reles se supone que suene una alarma para avisarlo. Pero, esa alarma tampoco sonó. Cuando se le cuestionó por qué, dijo que eso sería motivo de investigación.

“Lo importante en este caso es que no es una avería normal. Es algo atípico en el sistema que sucedió por una intervención de alguien o varias personas. No podemos descartar ni añadir nada sino hasta después que terminemos la investigación”, puntualizó el directivo de la AEE.

Añadió que “cuando ocurre el cortocircuito, que no sabemos cómo ocurrió, ese corto circuito provoca una corriente mayor. Se supone que ese sea el detonante para que ese reles emita una señal y active el sistema de protección. Como el reles estaba apagado, no le pudo enviar señal al ‘braker’ para que abriera y se regó a la línea de 230,000, se disipó por todo el sistema de 230,000 voltios”. Esto dejo a los 450,000 abonados sin luz en la hora pico del problema, registrada a eso de las 4:00 p.m.

Aunque la situación ocurrió en Arecibo, Sepúlveda planteó que el centro de control energético detectó el problema en la subestación Mora, en Isabela.

“Es lo que tenemos en nuestras bitácoras”, expuso, sin esbozar una explicación técnica sobre la discrepancia.

Pese a la explicación en la que Sepúlveda intentó sostener las sospechas de sabotaje, el funcionario aceptó que la línea 50500 “todavía no está en funciones”. Dijo que una vez se realice el podado de árboles a la cual la Utier achacó el apagón, procederían a hacer pruebas de línea para volverla a poner en funciones.

Aun cuando no esté en funciones, la AEE logró distruibuir energía a los 450,000 abonados afectados a través de otros medios. Por lo que hoy, miércoles, los problemas de energía no se achacan a esta situación, sino al paso del sistema atmosférico por la región.