Ponce. La falta de servicio eléctrico en varias instalaciones médicas de la región sur, amenaza con exacerbar las condiciones crónicas de cientos de pacientes que reciben tratamiento y seguimiento en oficinas que están cerradas o con horario limitado tras el paso del huracán Fiona.

Esto agravaría la crisis hospitalaria existente al aumentar la cifra de pacientes ingresados por complicaciones en sus respectivos cuadros clínicos y eleva el riesgo de muertes indirectas al fenómeno atmosférico, según indicó el alcalde de Ponce, Luis Manuel Irizarry Pabón, quien alertó de la situación en las torres médicas de la ciudad que no han sido energizadas por LUMA Energy.

En eso coincidió el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, Carlos Díaz Vélez, quien describió el panorama como la “crónica de una muerte anunciada”.

“El servicio a los pacientes se afecta dramáticamente, porque muchos de los tratamientos de sus condiciones crónicas que estaban estables, se manejaban en las oficinas de los médicos a donde se les da su medicamento, receta, los estudios que se hacen en estas oficinas, mantienen al día las condiciones que tiene el paciente y cualquier condición que aparezca nueva”, explicó el presidente de los galenos colegiados.

“No van a tener acceso (a los servicios de salud). Entonces, van a empeorar las condiciones que están estables, las pueden exacerbar, pueden causarle un deterioro de sus condiciones y va a requerir ir a un hospital y los hospitales están sumamente congestionados con la situación”, advirtió.

Díaz Vélez auguró que el problema ocasionará un detrimento en los servicios de salud, ya que los médicos “no van a poder dar sus servicios, no van a poder facturar y los empleados también están fuera de funciones”.

“Esto es una crónica de una muerte anunciada, claro que van a haber pacientes que van a fallecer por esta situación tan desgraciada para nuestro país. Es muy lamentable, pero sí va a ocurrir. Tristemente, van a haber muertes indirectas al evento por las consecuencias”, lamentó.

“Lo que estamos tratando es que se les dé prioridad a las facilidades médicas en tener su energía porque vamos a poder continuar el tratamiento y evitar muertes. Si estas condiciones no tienen el tratamiento ni el seguimiento adecuado, van a exacerbarse, van a descompensarse y vamos a tener complicaciones, llenando los hospitales innecesariamente”, agregó.

Horario limitado

Por su parte, el doctor Egdar Domenech Fagundo, principal ejecutivo médico de los Servicios de Salud Episcopales en Puerto Rico confirmó que la torre médica aledaña al Centro Médico Episcopal San Lucas está operando con tres generadores, en horario reducido de 7:00 de la mañana a 4:00 de la tarde.

“Desde el paso de Fiona hasta el día de hoy, no hemos podido tener los servicios de LUMA. Esto nos afecta a todos por igual y nos limita los servicios que podemos brindar, como estamos en generador, pues tenemos unos horarios de trabajo establecidos por el consumo de combustible”, explicó.

“Debo recalcar que el servicio de medicina fuera del hospital, medicina primaria o medicina ambulatoria es de suma importancia, porque es lo que previene las complicaciones a muchos pacientes y evitamos que muchos pacientes tengan que ingresar a los hospitales porque sus condiciones se complican o se agravan al no poder recibir los servicios médicos de forma rutinaria”, añadió el otorrinolaringólogo y cirujano de cabeza y cuello.

No obstante, aseguró que los pacientes “están siendo atendidos”.

“Estamos funcionando con tres generadores, como la torre se divide en dos alas, un generador trabaja con un ala y el otro generador con la otra y tenemos otro generador que da energía a las áreas comunes. Gracias al Centro Médico Episcopal San Lucas nos brindó oficinas a los médicos que necesitaban dar esos servicios cuando hubo problema con el servicio de generadores al principio del paso de Fiona”, expuso.

“Entendemos la prioridad que tienen los hospitales, pero la torre médica como nosotros -que tenemos todos los servicios disponibles- es de suma importancia el recobrar la energía eléctrica lo antes posible y ayudar en la salud del pueblo”, urgió.

Para José Sáez Cintrón, un residente de Guayanilla que recibe diálisis en Yauco, la atención temprana es clave para mantener en control su condición renal.

El paciente de 62 años sostuvo que no cuenta con electricidad en su hogar, igual que sus vecinos, pero ha podido recibir el tratamiento, pues el centro de diálisis a donde acude operó con generador y hace dos días recuperó el servicio de LUMA.

“Hay unos pacientes que no estamos tan crónicos como otros, en mi caso no tengo diabetes ni hipertensión. Pero la mayoría de los pacientes tienen otras condiciones, incluso encamados, personas de edad avanzada, que están más propensos a complicarse en su estado de salud y podrían fallecer”, contó.

“Es lamentable, porque sabemos de personas que en sus casas se dializan y no han podido dializarse. Es sumamente difícil porque para esa gente, la falta de energía eléctrica les crea un problema serio que podría costarle la vida. Una persona que coge diálisis peritoneal, mucha gente la coge en la casa, pero requiere de 10 horas diarias, los siete días de la semana. Es la única forma de mantenerse con vida”, confesó.

Da la mano

De otra parte, el director ejecutivo de GoGo Pediatric Institute de Ponce, Ulises Clavell Fontánez, puso a disposición las instalaciones del centro de salud pediátrico para los médicos que necesiten un espacio para atender a sus pacientes.

“Como parte de nuestra labor comunitaria es hacer accesible los servicios de salud a la comunidad, estamos enviándole un mensaje a todos los médicos que necesiten usar nuestras instalaciones, libre de costo, no le vamos a cobrar nada. Solamente coordinar los días que vayan a venir en la semana. Lo que queremos es que el servicio se continúe dando”, resaltó.