El secretario de Educación, Rafael Román, reconoció hoy lo que por años han estado reclamando organizaciones magisteriales, grupos de padres y madres, y estudiantes: los resultados de las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA) no necesariamente reflejan los logros alcanzados por un alumno en el salón de clases. 

Para remediar esa falta en la validez del examen estandarizado, anunció que a partir de 2016 se utilizará un nuevo sistema de evaluación denominado Medición Educativa para la Transformación Académica de Puerto Rico (META-PR), que hará de las pruebas un proceso obligatorio en los grados en que ya se administran y cuyo resultado será parte de la nota final de cada estudiante. 

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Las pruebas de español, matemáticas e inglés se les administran a estudiantes de tercero a octavo grado, así como a los de undécimo. Las de ciencias solo las toman los estudiantes de cuarto, octavo y undécimo.

“La tendencia es que en los últimos siete años no hemos logrado un nivel de proficiencia que evidencie una correlación entre los resultados de las pruebas estandarizadas y el aprovechamiento académico de los estudiantes”, concedió Román durante una conferencia de prensa en la sede de la agencia, en Hato Rey.

“Muchos de nuestros estudiantes logran mayor proficiencia en pruebas estandarizadas que tienen impacto en toma de decisiones”, dijo como justificación para darle el carácter de pertinencia que pretende con la nueva política pública. Mencionó como ejemplo las Pruebas de Evaluación y Admisión Universitaria (PEAU), que administra el College Board, en las que los alumnos han ejecutado mucho mejor que en las PPAA.

El cambio en las pruebas, entre otros ajustes de la nueva política pública en esta agencia forma parte del plan de flexibilidad, cuya extensión aprobó recientemente el Departamento de Educación de Estados Unidos.

Peso y consecuencias

Según Roman, META-PR “no es un cambio de nombre, es un cambio de política pública en el Departamento de Educación”, todo un sistema de apoyo y rendición de cuentas multinivel que incluye a estudiantes, maestros y directores escolares.

META-PR integrará un modelo de crecimiento con objetivos anuales medibles diferenciados para los estudiantes que toman las pruebas, aseguró el funcionario.

“Todo estudiante que no demuestre aumento en crecimiento en la proficiencia de acuerdo a los diferentes objetivos anuales medibles por subgrupos en META-PR tomará tiempo lectivo extendido y su año escolar no finalizará en mayo. Finalizará en junio”, apuntó Román. “Eso será para que el estudiante, en ese tiempo adicional lectivo, pueda completar y añadir a su evaluación aquellas áreas que le ayuden a alcanzar la meta en esa materia”, argumentó.

Señaló que, por ahora, ese crecimiento en la proficiencia debe ser de cuatro puntos porcentuales con relación a su ejecución anterior. Quienes no logren esa mejoría de 4%, aun si se encuentran ya en los niveles de avanzado y proficiente, como quiera tendrán que extender su año académico para lograr esa meta impuesta por la agencia. Así, un estudiante cuyo promedio académico sea de A, pero no ha demostrado cambio positivo en su ejecución en la prueba, igualmente estará en la escuela durante el mes de junio. En cambio, uno que sí logre el cambio en la prueba, pero cuyo promedio no sea tan aceptable, podría librarse de la extensión en su año escolar.

Comoquiera, “el cuadre de notas de un estudiante que no evidenció progreso en la prueba, no será en mayo. Será en junio”. Eso, dará una oportunidad para mejorar la calificación, celebró Román.

El subsecretario de Asuntos Académicos, Harry Valentín, por su parte, dijo que esas aparentes injusticias se irán evaluando durante este primer año piloto y podrían modificarse según vaya tomando forma la implantación de la nueva política. 

Este plan comenzará de manera piloto durante el año académico que está por comenzar únicamente en la materia de español. El piloto para inglés iniciará en el año 2016-2017, mientras que los de las demás materias, incluyendo ciencias y matemáticas, iniciarán en 2017-2018. Se espera que para el año académico 2018-2019, todas las clases incluyan el valor META-PR en el informe de progreso de los estudiantes. 

Maestros también serán evaluados

El titular de Educación indicó que como parte de este nuevo sistema, los maestros también serán evaluados a partir de agosto de 2016. Un 20% de esa evaluación estará atado al desempeño de los estudiantes en las pruebas estandarizadas.

Sin embargo, el año escolar extendido no deberá ser una penalidad para los educadores. Según expresó Román, el trabajar en el mes de junio será voluntario, pero solo podrán optar los maestros altamente cualificados, por lo que no necesariamente un estudiante que requiera de tiempo lectivo adicional por su desempeño en la prueba contará en junio con el mismo maestro que le impartió clases durante el año. 

La nueva política pública se encamina luego de una racha de resultados mayormente negativos en las PPAA, que hacía ver como si la mayoría de los estudiantes del sistema público puertorriqueño no dominara las destrezas más básicas de las materias de español, inglés, ciencias y matemáticas, aun cuando sus calificaciones y las tasas de admisión universitaria apuntaban en otra dirección.

La más reciente administración de las PPAA no reflejó un cambio significativo en los niveles de dominio demostrado por los estudiantes. De los 215,204 estudiantes que tomaron el examen el pasado abril, según el Departamento de Educación, menos de la mitad consiguieron “pasar” la prueba, lo que, según los criterios de la agencia, significa que lograron obtener puntuaciones en las categorías de proficiente y avanzado. 

En español, el 44%; en matemáticas, el 30%, y tanto en inglés como en ciencia, el 42% logró llegar a alguna de esas categorías.

Mientras, 1,923 estudiantes de Educación Especial tomaron las Pruebas Puertorriqueñas de Evaluación Alterna, en las que pasaron el 29% en español, el 33% en matemáticas, el 21% en inglés y el 29% en ciencia.

De acuerdo con Román, los resultados de estas pruebas no son comparables con las PPAA que se administraron el año académico anterior, 2013-2014, porque se trata un examen nuevo, alineado a nuevos estándares y expectativas por grados y materias. 

Sin embargo, el titular ilustró la tendencia en resultados de las pruebas ofrecidas desde 2009 a 2015, demostrando que no ha habido gran cambio y que aun en las materias y los grados en los que se ha reflejado una mejoría significativa, continúan ubicándose la mayoría de los estudiantes por debajo de los niveles de proficiencia aceptable.

Por ejemplo, el cambio más significativo ha sido una mejoría de 16 puntos porcentuales en los resultados de la prueba de matemáticas para el cuarto grado. Eso ha significado que en 2009, solo el 41% de los alumnos del cuatro grado pasaron ese examen. El porciento aumentó a 57% en 2015, quedando aun 43% que no pasaba la prueba.

Mientras, aclaró que eliminar las pruebas estandarizadas, estableció Román, no es una posibilidad, pues que se administren “es ley”.

Algunos datos relevantes de la más reciente administración de las Pruebas Puertorriqueñas

En la prueba de español, el tercer grado obtuvo el mayor porciento de ejecución –niveles proficiente y avanzado- (57%), mientras que el octavo grado obtuvo el menor porciento de ejecución (34%).

El tercer grado también obtuvo el mayor porciento de ejecución en inglés (55%), mientras que el séptimo obtuvo el resultado más bajo en esta materia (28%).

En la prueba de matemáticas, el grado que obtuvo el mayor porciento de ejecución fue el tercer grado (73%), seguido por cuarto grado (57%) y quinto grado (42%).

El menor nivel de ejecución en matemáticas fue en undécimo grado, donde solo el 5% de los estudiantes pasó la prueba.

En ciencias, el cuarto grado logró el mayor porciento de ejecución (64%).