A Jenniffer González Colón le encanta 'gufearse' la vida
Su mayor defecto es decir las cosas sin tapujos. (Ve vídeo)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Cuando era adolescente, imitaba a “La Vedette de América”, Iris Chacón. Era como “el arroz blanco”. Estaba en todos los clubes de la escuela.
Ahora, en las lides políticas, el fogoso temperamento de Jenniffer González Colón contrasta con su carácter bromista, algo que mucha gente no conoce. Es de las personas que le sacan punta a todo. Tiene un repertorio de chistes, pero se achantó cuando Primera Hora le pidió que compartiera uno de ellos con nuestros lectores. “No compito con Álvarez Guedes”, sostiene la legisladora estadista, fanática de la bohemia, del mar y del dominó.
La entrevistamos en la marina Puerto del Rey, en Fajardo, a bordo del bote Maritere, propiedad de su primo, Luis González. Era una tarde brillante, pero el sol se puso temprano por el imponente Yunque.
“La realidad es que desde aquí (el océano Atlántico) uno tiene la oportunidad de ver a Puerto Rico desde otro ángulo, además uno tiene la oportunidad de compartir, de estar tranquila, en familia. Es un escape que yo sé que todo el mundo se da”, afirma desde la popa de la nave, que bordeó varios cayos y la islita de Ramos.
“A mí me encanta el mar y, como no lo disfruto todos los días -por eso es que tengo esta jinchera-, pues obviamente aprovecho el verano y los fines de semana para escaparme”, dice riendo.
Le gusta tanto el mar que se visualiza manejando el timón de la nave. “Me encantaría... Tengo que coger las clases para poder sacar una licencia. Qué mejor que tirarse al agua. No hay comparación con hacer snorkeling cuando se puede”, sostiene la legisladora.
Dicen que uno siempre tiene un talento oculto, ¿cuál es el de Jenniffer González?
(Carcajadas) Son muchos talentos. A mí me encanta tomar las cosas más ligeras. La gente que me conoce sabe que tengo tremendo sentido del humor. Yo me gufeo la vida.
¿Es cierto que le gusta hacer chistes?
Creo que uno no puede estar amargado y que el trabajo y las cosas ordinarias de por sí envejecen a uno... Yo soy joven, tengo 35 años, tengo que aprovechar esas oportunidades. Me encanta (hacer chistes). A veces me quedan bien, a veces no me quedan tan bien, pero uno tiene que reír y vivir la vida al máximo todos los días.
¿Podría compartir con los lectores de Primera Hora su chiste favorito?
No way... no, no puedo competir con Álvarez Guedes y, además, hay gente que hace mejores chistes que yo... Eso no se da así, se tiene que dar en un ambiente de bohemia, después de uno escuchar una musiquita de Lucecita, de Chucho...
Dicen que le encanta bailar merengue.
Si, es cierto.
¿Y salsa?
No soy una experta profesional, pero le someto. Dicen algunos que canto, pero eso es en raras ocasiones y no me gustaría perder los votos cuando la gente me escuche, así que por eso no lo hago en público. Prefiero escuchar a Ángel Pérez (el representante).
La legisladora canta de todo. “Te sorprendería ver la cantidad de música que tengo en mi iPod. Imitaba a mucha gente y también a Iris Chacón hace mucho tiempo atrás. Cantaba Caramelo y chocolate, entre otras, en fiestas familiares. La música es el alma de los pueblos”, dice la legisladora, nacida bajo el signo de Leo, amante del baloncesto, el voleibol y la pelota.
Está empezando a coleccionar bolas firmadas por peloteros latinos. También es coleccionista de música, películas y libros de poetas latinoamericanos. Sus favoritas son Julia de Burgos y Gabriela Mistral. “Me encanta... aunque no lo creas, la serie de Harry Potter. Pude leerme los libros antes que salieran las películas”, sostiene.
Es fanática de Ricky Martin, Ednita, Lucecita, Silvio Rodríguez, Chayanne y Manny Manuel. “También me gusta la música de aquí y la música de Michael Jackson. Me gusta también la ópera”, dice.
¿Escribe?
Es la primera vez que me preguntan eso... Escribo poesía y ensayos desde que estaba en escuela intermedia. Tengo algunas cosas. Es como un desahogo. Yo vivo agradecida de las bondades... tengo mis cuadernos.
En su cargada agenda hay muy pocas horas de ocio. Llegó a la entrevista con dos horas de retraso, con su escolta y dos de sus asesores.
“Llego todos los días a mi casa entre 11:00 y 11:30 de la noche. Lo primero que hago, además de desmantelarme, -éste es el momento de la entrevista en que mis asesores deben estar asustados al otro lado-, me encanta poner música o una película. Me encantan las películas de biografías, historia o documentales. Eso me relaja. Después, me baño y tengo unos pececitos allí que me distraen. Casi todas las semanas leo un libro. Me acuesto siempre después de las dos o tres de la mañana”, cuenta.
Le gusta la comida criolla, pero no cocina y, como todo boricua, ha probado el ron cañita. Ha bailado en fiestas patronales y le encanta el Festival de la China en Las Marías.
Su familia es “del campo” de Villalba y Naguabo. Ella se crió en Villa Nevárez, en Río Piedras. “Soy producto del sistema público. Mi papá era director y mi mamá orientadora. Soy hija de maestros. Mis padres me infundieron el amor a la escuela. Yo le saqué provecho. Competía en ferias científicas, concursos de oratoria, deportes”, rememora.
Es la mayor de tres hermanos. Irmgard, de 31 años, y Jean Carlos, de 30, son los menores. Tiene una relación “especial” con su madre Nydia Colón Zayas.
Después de la política, ¿qué hará?
Ejercer el derecho en la práctica privada.
Su mayor defecto es decir las cosas sin tapujos. “Tan fea como tan franca. Trae problemas, pero duermo tranquila. Yo soy quien soy, no quien otros pretenden que yo sea. Vivo en paz conmigo misma, agradecida a Papá Dios de las oportunidades que me ha dado, de la familia que tengo, que me ha apoyado siempre. Soy bien sentimental”, expresa.
¿Qué le hace llorar?
Eso uno no lo define, es el momento. Hay cosas tan sublimes como tener una interacción con la naturaleza, como situaciones que la gente le trae a uno.
Abrirse paso en la política no ha sido fácil para Jenniffer González. En las elecciones de 2008 pasó una prueba de fuego cuando a su corta edad logró desbancar del liderato de la Cámara al veterano político, José Aponte Hernández. Uno de sus actos más criticados fue el homenaje que le rindió al florista cubano, Julito Labatut, que culminó en un motín en el Capitolio.
“El ambiente en la política no es fácil y menos para una mujer. Se nos hace tres veces más difícil ostentar un cargo de liderato. La política es un mundo de varones, aunque el 56 por ciento seamos mujeres”, afirma.
Como estadista, su meta máxima “es que podamos conseguir esa igualdad, que podamos alcanzar esa estrella”.
De amores, ¿qué nos cuenta?
Como mucha gente, soy una enamorada de la vida.
Pero, ¿hay un amor por ahí?
Yo amo a todo el mundo, soy una mujer bien feliz. Si tuviera más tiempo para desarrollar mi vida social, yo sé que habría bastante movimiento en ese bullpen. Es poco el tiempo que queda para la vida personal. Tendré mis momentos para eso, lo tuve en el pasado.
Alguna gente le dice “J.Go”, ¿le molesta?
Ya quisiera yo parecerme a J.Lo. Hay obviamente una diferencia en la cuenta de banco. Antes ella estaba con Ben Affleck y después con Marc Anthony y, en lo personal, pues me gustaba Ben, pero son como 200 libras de diferencia... tendré otros atributos que vender.
Está en un plan de perder peso, pero no quiso soltar prenda. “Estoy empezando a caminar. Digamos que estamos en ese proceso… Yo sigo siendo una gordita feliz, aunque me encantaría tener por lo menos 100 libras menos”, acota.