Vega Baja. Una mezcla de dolor y de indignación afloraron esta tarde en la funeraria Fuente de Luz, donde decenas de vegabajeños todavía no salían de su asombro por el cruel feminicidio de Ivette Joan Meléndez Vega, imputado a Hermes Ávila Vázquez, un convicto que burló el sistema carcelario para salir a la libre comunidad, mientras cumplía una cadena perpetua por matar de forma similar a otra mujer en 2005.

Múltiples familiares, vecinos, amigos, allegados y residentes de Vega Baja acudieron al velatorio de la mujer de 56 años, cuyo cuerpo fue encontrado en la madrugada del domingo tirado en el pavimento, en la PR-686 en la playa Los Tubos, en Manatí, con una herida abierta en el cuello y la cabeza que le provocaron la muerte en el acto.

El sujeto, presuntamente, la interceptó luego de salir de un negocio en Vega Baja.

El feminicidio ha puesto en entredicho el funcionamiento del Departamento de Corrección y Rehabilitación y de la compañía privada Physician Correctional, que dio paso a que Ávila Vázquez quedara en libertad.

La abogada Mayra López Mulero, quien fue contratada por la familia de la víctima, llegó a la funeraria y acompañó a los padres de la mujer, María Antonia Vega Adorno, de 78 años y Dolores Meléndez Lozano, de 82 años, quienes lloraban desconsoladamente al lado del ataúd. Un ramo de rosas rosadas cubría el féretro blanco, donde yacía el cuerpo inerte de Ivette Joan, ataviado con chaqueta rosa subido, su color favorito.

“Esta familia está devastada”, expresó López Mulero, quien confirmó que evalúa con los familiares de la víctima radicar demandas en el foro estatal y federal por el mal manejo del caso del convicto, que culminó con el feminicidio de Meléndez Vega.

“Esto tiene que ser un ‘hasta aquí’, un ‘basta ya’ porque otra familia no va a pasar lo que nosotros estamos pasando. Espero que con esto el gobierno aprenda, que se actualice, porque por culpa del manejo es que nosotros estamos en esta situación”, expresó a Primera Hora, Marie Adorno, prima hermana de la difunta, quien arribó a la funeraria atestada de personas que llegaron a ofrecer sus condolencias.

“Nunca nos esperábamos una cosa así. Ella era una muchacha bien trabajadora, siempre estaba pendiente a sus hijos y a su madre. Siempre tenía una sonrisa. La voy a recordar como era: alegre y sencilla”, dijo con ojos llorosos, doña Ana Vega, tía paterna de la mujer asesinada.

Delia Andino González, una maestra retirada, quien en un momento fue vecina de la víctima, dijo que el crimen pudo haberse evitado.

“Estoy extremadamente indignada. Este es un asesino en serie que burló el sistema. A las mujeres nadie las protege. Se habla de campañas contra la violencia de género, pero el sistema de gobierno no sirve. La secretaria de Corrección (Ana Escobar) ni siquiera ha mandado un mensaje a los padres. Él burló todos los sistemas y tuvo que morir una mujer inocente, una familia destrozada para que se abriera la caja de Pandora. Ahora se dan cuenta que ninguna agencia sirve y que esa campaña de que se protege a las mujeres es un embuste, porque si funcionara, no hubieran soltado a esa bestia”, reclamó Andino González.

“A Ivette le falló todo el sistema y esa familia no se lo merecía. Ahora se pasan la papa caliente”, agregó.

José Luis Martínez (Jochi), quien estudió desde quinto grado con la víctima, también expresó indignación. “Hay corrupción, no sé cómo personas pueden hacer cosas así y salir absueltos. El sistema aquí no sirve... Está podrido”, dijo Martínez sobre el imputado del crimen.

“Vamos a darle orientación y dirección a una familia que está exigiendo explicaciones con razón”, dijo López Mulero, quien informó que ayer miércoles la familia le solicitó sus servicios.

“Esta situación va a tener que pasar por el cedazo y el escrutinio de distintos foros, todos con un mismo objetivo y propósito: hacer justicia y hacerle justicia a los familiares de esta víctima que no solamente fue víctima de unas circunstancias que provocaron una muerte trágica, sino que ha sido víctima de la incompetencia de un sistema de administración de justicia que no pudo garantizar su seguridad aun cuando tenía elementos suficientes para haber prevenido una situación de esta magnitud. Esto tiene que provocar el repudio del país”, sostuvo la abogada.

El sepelio de Meléndez Vega será mañana. La comitiva saldrá a las 11:30 a.m. de la funeraria hacia el Mausoleo Ojo de Agua, en Vega Baja.

El convicto asesino, que cumplía una condena de 122 años de cárcel, logró salir mediante la Ley 25-1992, que permite la excarcelación de confinados con enfermedades en etapa terminal,

A raíz del asesinato de Meléndez Vega, se destapó el abultado expediente del hombre de 52 años y quien cumplía una sentencia por el asesinato de la terapista Celia López García, de 28 años y madre de dos niños, ocurrido en Caguas. Según la investigación de la Policía, el convicto violó y asesinó a su víctima, cuyo cadáver fue encontrado con una herida de arma blanca en el cuello. Además, figura como sospechoso de otros casos de asesinatos de mujeres.

Por el feminicidio de Meléndez Vega se le impuso una fianza de $4 millones y reingresado a la cárcel.

Enfrenta cuatro cargos por feminicidio, portación y uso de arma blanca, destrucción de prueba y apropiación ilegal de un vehículo por la muerte de Meléndez Vega.

Según ha trascendido, desde 2016 comenzó a hacer gestiones en el DCR para beneficiarse de un pase extendido a la libre por una condición de alegada paraplejia. En ese momento, la solicitud le fue denegada, pero en abril de 2023, amparándose en la Ley 25 de 1992, logró quedar en libertad luego de cumplir solo 18 años de su sentencia de 122 años.