A gritos, el portavoz de la delegación del Partido Popular Democrático (PPD), Javier Aponte Dalmau, reprochó este viernes al director de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Josué Colón, el que haya promovido una declaración de estado de emergencia en la corporación pública.

Le llegó a decir a Colón que le querían “tomar el pelo” y desviar lo que es el fin de un estado de emergencia. Lo hizo durante una vista pública de la Comisión senatorial de Proyectos Estratégicos y Energía para discutir el tema y el asunto de los apagones.

Justo después de que Colón tratara de explicar que el estado de emergencia sería solo para reparar las unidades activas de la AEE, Aponte Dalmau le cuestionó: “¿Usted sabe lo que es una declaración de emergencia administrativa?”

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“Eso constituye eliminar todo el proceso de subasta y permiso bajo cualquier declaración, porque para eso es una declaración de emergencia, lo cual se elimina todo proceso de evaluación de RFP, de propuestas, se evalúan los permisos, se evalúan las subastas. Usted pone directamente a una empresa, a una corporación, a una Alianza Público Privada (APP), de inmediato, a entrar en un proyecto que usted hace un contrato de inmediato. (Comienzan los gritos) Eso es una declaración de emergencia. No lo que usted me está diciendo. Y no me venga a tomar el pelo aquí administrativamente. Vamos a tener respeto”, fue lo que estipuló el senador.

Colón le decía una y otra vez al legislador “con mucho respeto”, intentando interrumpirlo entre los gritos.

Cuando logró hablar, el director de la AEE le estipuló que “con mucho respeto le tengo que decir que está equivocado señor presidente. Es no es así. Por lo menos, en la AEE eso no es así y en este gobierno eso no es así. Yo no sé si en otros gobiernos eso no es así. Pero, en mi gobierno, en el gobierno que yo represento, en la dirección que yo represento, en la dirección que yo represento en la AEE, eso no es así. Aquí hay reglamentos, aquí hay procedimientos. Le podemos hacer llegar copia y lo podemos ilustrar en esa dirección”.

Según estipuló el ingeniero Colón, lo que busca el estado de emergencia no es libertinaje ni despilfarro de fondos públicos.

Aunque la tensa situación terminó al cabo de unos minutos, Aponte Dalmau aprovechó otra oportunidad para responderle a Colón sus expresiones. Le dijo que él no es abogado del gobernador Pedro Pierluisi.

“No quiero tener que molestarme y ya estoy incómodo. No minimice las cosas ni defendamos aquí el gobernador. El abogado aquí del gobernador es el secretario de Justicia”, puntualizó.

Antes de los gritos, el funcionario le había explicado a Aponte Dalmau que el estado de emergencia declarado por la Junta de Gobierno de la AEE es limitado a los arreglos necesarios a las plantas generatrices de Palo Seco, San Juan, Aguirre y Costa Sur.

Dijo que se limitará a un asunto interno y no nacional, que buscaría adquirir bienes y servicios para las unidades dañadas en las pasadas semanas o aquellas que no están en funciones por largo tiempo y pudiesen repararse.

Comentó que se busca “proveer que el mantenimiento se realice en unos periodos de tiempo más acelerados a los procesos ordinarios de compra establecidos en reglamentos de compra y subasta de la AEE”.

En un intento de apaciguar las cosas y en voz pausada, el presidente de la Junta de Gobierno de la AEE, Fernando Gil Enseñat, interrumpió a Colón para exponer que las compras y los servicios que se adquirirán en las próximas semanas requerirán que se realicen subastas y que los proponentes no seleccionados objeten. Sin embargo, detalló que no detendría los trabajos por la urgencia que se tiene para reparar las unidades con carácter de urgencia.

Estas reparaciones que se proyectan tendrían un costo de $180 millones, según informó Colón a la prensa.

Previo a la escena recreada en la vista pública, Aponte Dalmau llegó a decir a los periodistas que ese estado de emergencia estaba diseñado para que la AEE lograra construir tres nuevas plantas de gasificación sin obtener permisos ni hacer subasta y bajo un privatizador. Dijo que las unidades se realizarían en la zona metropolitana, otra en la zona norte y otra en el sur.

“Ese es el interés, puedes traer un privatizador, comienza el proceso de permiso y en cuatro años construir una planta en la que no hubo participación ciudadana”, explicó.

Pero, en la vista pública, cuando preguntó sobre las tres plantas, salió a relucir que estos proyectos fueron vetados por el Negociado de Energía.

Gil Enseñat explicó que la AEE solo podría tener autorizado el cambio de las unidades ya construidas en las cuatro centrales que administran a gas. Esto se debe a que el país debe moverse a las construcciones de plantas de energía renovable.