El presidente de la Comisión de Turismo y Bienestar Social de la Cámara baja, Néstor Alonso Vega, exhortó hoy a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) a usar la estatua de Cristóbal Colón, que ubica en Arecibo, municipio en la costa norte, para promover el destino turístico de la isla.

En un comunicado de prensa emitido hoy, Vega sostuvo que hace varios días radicó la Resolución 322, para ordenar a la CTPR, y en su momento a la Corporación para la Promoción de Puerto Rico como Destino, a que incluya en sus materiales publicitarios y documentos públicos la imagen de la estatua.

"Eso se hace porque entendemos el inmenso potencial que tiene la misma para atraer turistas de todas partes del mundo", afirmó el legislador del gobernante Partido Nuevo Progresista.

La estructura, construida por el ruso Zurab Tsereteli, es de 90 metros de altura y 600 toneladas de peso, por lo que busca convertirse en la mayor del continente americano.

La escultura en Puerto Rico, cuya composición duplica a la de Estatua de la Libertad de Nueva York, muestra a Colón de pie al frente de la Santa María, una de las tres embarcaciones con las que hizo su expedición y descubrimiento por el Caribe a finales del siglo XV.

Vega enfatizó que la estatua "se considera que su potencial como monumento turístico que represente a Puerto Rico no se ha explotado a cabalidad", por lo que para él "es menester promocionar la misma ya que es nuestra atracción turística más trascendental en los tiempos modernos".

"Es importante que alcance en el futuro la relevancia de otras atracciones turísticas tan reconocidas como la Estatua de la Libertad y el Cristo Redentor. Por eso es imperativo que la Compañía de Turismo resalte, de manera primordial, esta estatua en su material promocional", afirmó el legislador.

La estatua la construyó Tsereteli para conmemorar en 1992 el 500º aniversario de la primera expedición de Colón a las Américas. Primero se la ofreció al Gobierno de Estados Unidos, que la rechazó.

La estatua está levantada sobre 20 metros de hormigón armado revestido de un armazón de acero y se erige sobre un metro más del pedestal que actúa como base.

Tras un intento fallido porque la estatua se levantara en la localidad de Cataño, la estatua pasó años en el Puerto Mayagüez, donde tampoco se pudo instalar, hasta llegar a su destino final en Arecibo.