Cerca de 147 niños en custodia del Departamento de la Familia (DF) actualmente esperan por un regalo de amor que se entregará a través de su adopción.

Según Nancy Martínez, especialista en trabajo social, asignada al servicio de adopción del DF, actualmente en el Registro Estatal Voluntario de Adopción de la agencia existen alrededor de 208 familias diversas interesadas y en espera de iniciar el proceso para darle nuevo hogar a los pequeños.

“Los niños que están en espera tienen desde meses hasta niños mayores de 13 años, dominando en estas edades los menores  de 9, 10, 11, 12 años en adelante y los grupos de hermanos. Estos niños que tenemos en el Registro Estatal Voluntario de Adopción en custodia del DF son menores que fueron removidos de su hogar bajo la ley 246 luego que se hicieran esfuerzos para reunificarse con la familia de origen o algún otro familiar y donde no fue posible esa reunificación”, dijo.

En la lista de menores en espera, predominan las niñas entre las edades de 8 años en adelante en grupos de hermanos, ubicados en diferentes hogares temporeros, instituciones o albergues de toda la Isla. La funcionaria indicó que se trata de niños que han sido víctimas de maltrato, que vienen de hogares disfuncionales, que han desarrollado unas condiciones de salud o tratamiento y niños  que tienen traumas.

“Solicitamos, verdad, que la familia que se alleguen al registro tengan la sensibilidad para poder lidiar con esas circunstancias y que sepan que no van estar solos en el proceso”, dijo.

Martínez sostuvo que casi a diario se otorga una adopción en el país. “Al día de hoy estoy esperando la respuesta de dos vistas que se están llevando a cabo de adopciones que ya están radicadas. Yo diría que mensualmente tenemos adopciones tanto del Departamento como adopciones privadas”, indicó Martínez.

Al momento, a través del Departamento, en lo que va de año 236 niños ya tiene una nueva familia. El proceso, explicó Martínez, puede tardar entre 30 a 45 días en lo que se ejecuta la investigación a la familia solicitante.

“Tenemos 10 unidades a través de toda la Isla donde van a orientar a la familia, le van a solicitar los documentos que tienen que completar para entonces iniciar un proceso de estudio social del hogar. Ese estudio social comprende varias entrevistas, vistas al hogar, entrevistas con colaterales y una investigación para conocer quién es la familia que desea adopta, su motivación y si tiene las capacidades para recibir un niño en su hogar, señaló.

“A nosotros nos llegan toda diversidad de familias desde matrimonios, caballeros solos, damas solas, parejas del mismo sexo y las adopciones también se dan bajo esa diversidad. Actualmente la mayor cantidad de solicitantes son matrimonios heterosexuales y las adopciones que también se han logrado este año ha sido de matrimonios heterosexuales”, indicó.

Los requisitos no varían de persona a persona; son los mismos tanto para una familia como para una persona sola. Explicó Martínez que se les solicita una serie de documentos de seguridad, de ingreso, “documentos que nos hacen posible conocer la familia y cotejar que es la familia idónea y que cumple con los requisitos legales para adoptar en Puerto Rico”.

“Los documentos que le solicitamos son documentos que se requieren en cualquier gestión gubernamental de empleo”, dijo. Los solicitantes deben entregar certificado de buena conducta, presentar el certificado que evidencia que no es un ofensor sexual (Ley 300), evidencia de ingresos, copia del seguro social. En el caso de los casados deben entregar el certificado de matrimonio en original, copia del certificado de nacimiento de ambos y una certificaión de ASUME favorable.

“Corroboramos que no sea una persona con antecedentes de maltrato, una evaluación médica para cotejar su salud, no para discriminarlo, sino para conocer quién es la persona y cuál será el niño que mejor se adapte a sus condiciones de vida. También solicitamos cartas de colaterales y si tienen mascotas en el hogar, también le solicitamos que tengan sus vacunas al día. Tenemos niños que son alérgicos que no pudieran convivir con una mascota, así que todos esos documentos sumado al estudio social es lo que comprende el expediente de esa familia que ingresa al registro”, señaló.

Un panel compuesto por tres trabajadores sociales, un abogado y una persona de la comunidad se encarga de hacer el pareo entre la familia o persona solicitante y el menor. Para ello, también se le pide una foto a los inscritos en el registro de adopción para identificar la familia idónea para los menores.

“Muchos de ellos solicitan menores que sean bien parecidos a ellos físicamente que tengan algún rasgo, alguna carasterística y también el panel tiene esa tarea de poder buscar la famillia idónea para estos niños”, dijo.

“Parte del estudio social comprende el deseo de la familia, qué menor ellos desean, qué edad, qué características, qué género que condiciones de salud puediera aceptar, qué condiciones de salud pudieran considerar y todo eso -un estudio social que tiene 11 partes-, el panel de selección de candidatos lo va evaluando candidato a candidato”, añadió