Un hombre de 32 años de edad en Arizona, Estados Unidos, se llevó una gran sorpresa al tomar un baño. Ben Havoc, un cosplayer e influencer de Instagram contó a sus seguidores una rara experiencia.

“Cuando tenía 6 años jugaba con Legos, como la mayoría de niños de los 90″, dijo en un video, recordando con cariño esas épocas en la que se entretenía con los pequeños juguetes de plástico.

Un día decidió insertar en su nariz una de las piezas más pequeñas que tiene Lego, la de punto. Esta es considerablemente más delgada y se usa para retocar los modelos terminados.

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El entonces infante la colocó en su cavidad nasal. Al ser un niño su mejor idea fue construir un “hombrecito de juguete y meterlo también para sacar la otra pieza con eso”, relató el hombre.

A pesar de sus intenciones, sus métodos no eran los más efectivos, por lo cual tuvo que avisar a sus padres y pedirles ayuda. Así, fue como su “madre logró extraer las piezas con unas pinzas”.

El Lego escondido

Esta se había convertido en solo una curiosa anécdota para Havoc. Por lo cual fue impactante cuando ya adulto decidió bañarse y “al sonarse la nariz salió la pieza de Lego más pequeña que se introdujo hace más de 26 años”.

“Por otros motivos el doctor me había recomendado que el mejor momento para sonarme era durante la ducha, debido a los vapores y todo eso” y realmente, la recomendación del profesional de la salud fue acertada.

Después de tanto tiempo parece que el hombre tuvo atorada la pieza en su cuerpo sin darse cuenta, no sospechaba de su presencia, pues pensaba que la limpieza que le había realizado su madre había sido exitosa.

Así mismo, comentó que ha tenido complicaciones respiratorias como apnea del sueño y asma. Ahora, cree que varios de sus problemas “pueden haber sido causados por el juguete”.