Virginia eliminará un monumento confederado
Como parte de un plan para quitar símbolos de racismo y esclavitud.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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En los próximos días se retirará un monumento confederado del Cementerio Nacional de Arlington, en el norte de Virginia, como parte de la iniciativa para eliminar los símbolos que muchos consideran símbolos de racismo y esclavitud de las instalaciones relacionadas con el ejército, dijo el sábado un funcionario del cementerio.
La decisión ignora una demanda reciente de más de 40 congresistas republicanos de que el Pentágono suspenda los esfuerzos para desmantelar y retirar el monumento del cementerio de Arlington.
Se han instalado cercas de seguridad alrededor del monumento y los funcionarios anticipan completar la remoción para el 22 de diciembre, indició el cementerio.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, no está de acuerdo con la decisión y planea trasladar el monumento al Parque Histórico Estatal New Market Battlefield en el Valle de Shenandoah, dijo su portavoz Macaulay Porter.
En 2022, una comisión independiente recomendó que se retirara el monumento, como parte de su informe final al Congreso sobre el cambio de nombre de las bases militares y los activos que conmemoran la Confederación.
La estatua, inaugurada en 1914, presenta a una mujer de bronce, coronada con hojas de olivo, de pie sobre un pedestal que representa el sur de Estados Unidos. Una de las figuras que también aparece en la estatua es de una mujer negra sosteniendo lo que se dice que es el hijo de un oficial blanco, y un hombre esclavizado que sigue a su dueño a la guerra.
En una carta reciente al secretario de Defensa, Lloyd Austin, más de 40 republicanos de la Cámara de Representantes dijeron que la comisión se excedió en su autoridad cuando recomendó que se retirara el monumento. Los congresistas sostuvieron que el monumento “no honra ni conmemora a la Confederación… sino la reconciliación y la unidad nacional”.
Las manifestaciones de Black Lives Matter que estallaron en todo el país después del asesinato de George Floyd en 2020 a manos de policías blancos, junto con los esfuerzos en curso para eliminar los monumentos confederados, centraron la atención en las instalaciones del ejército.