Miami. Tras el levantamiento de las protecciones de cobertura por la pandemia, hay 4.16 millones menos de niños inscritos en programas de atención médica cubiertos por el Gobierno de EE.UU., 600,000 de los cuales viven en Florida, encontró un estudio de la Universidad de Georgetown.

El estudio publicado por el Centro para Niños y Familias e Investigación señala que Florida ocupa el segundo lugar, después de Texas, entre los estados que reflejan una mayor caída de inscripción en Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP, en inglés).

Solo en Texas, más de un millón de niños perdieron su cobertura cuando ese estado eliminó los requisitos relacionados con la pandemia que mantenían a las personas inscritas en Medicaid.

Relacionadas

Los investigadores no pudieron determinar, no obstante, cuántos de los niños que quedaron fuera tras la cancelación de estos programas de atención médica “finalmente quedaron sin seguro”.

Joan Alker, directora ejecutiva del Centro para Niños y Familias y profesora de investigación en la Escuela de Políticas Públicas Georgetown McCourt, dijo que existe la preocupación de que un número “sustancial” de niños pueda haber quedado sin seguro.

“Debido a que administran Medicaid y CHIP, los gobernadores de la nación, y hasta cierto punto sus legislaturas, son en última instancia responsables de cómo les va a millones de niños durante este proceso”, advirtió Alker.

Para ayudar a facilitar “la transición de las operaciones pospandémicas a las tradicionales de Medicaid”, el gobierno federal ofreció flexibilidad a los estados, pero Florida no aprovechó ninguna de esas opciones, dijo Alker.

El análisis arroja que 3,093,191 niños estaban inscritos en Medicaid en abril de 2023 antes del proceso de cancelación.

Y en diciembre de 2023 había 2,503,520 matriculados, lo que supone 589,671 niños menos, o una reducción del 19 %.

Dakota del Sur, Montana y Utah experimentaron caídas porcentuales del 25 % o más en los programas Medicaid y CHIP, mientras que Texas, Idaho, Arkansas y New Hampshire tuvieron caídas porcentuales del 20 % o más.

El Departamento de Niños y Familias, que determina la elegibilidad para Medicaid, defendió el proceso de cancelación, tras la publicación del análisis.

La subjefa de gabinete de este organismo, Mallory McManus, dijo al medio Florida Politics que la estrategia de extensión “va más allá de los requisitos federales”, lo que resulta en una tasa de respuesta un 40 % más alta en comparación con los niveles previos a la pandemia.

“Cualquier idea de que Florida ha fracasado en este proceso es falsa. Children Medical Services ha exigido a los estados que se han encontrado en incumplimiento que detengan sus procesos hasta que se solucionen los problemas. Florida nunca ha sido uno de esos estados”, dijo.

Agregó que Florida no sólo ha cumplido con todos los requisitos federales, sino que los han superado.

“Es difícil imaginar qué medidas adicionales podría tomar el estado más allá de las medidas exhaustivas que ya existen para apoyar a estas personas durante el proceso”, escribió McManus en una extensa declaración a Florida Politics.