Una comunidad desintegrada por el fuego
Un poderoso incendio forestal causó enormes desalojos y muchos ciudadanos abandonaban hasta sus autos para huir a pie.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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OROVILLE, California. Decenas de miles de personas huyeron el jueves de un incendio forestal en el norte de California, y algunas de ellas tuvieron que abandonar sus vehículos para escapar de las llamas a pie, cargando a sus bebés y a sus mascotas.
“En gran medida, la comunidad de Paradise fue destruida”, dijo el capitán del Departamento de Bomberos de California (Cal Fire), Scott McLean. “El viento que se había pronosticado llegó y simplemente arrasó con todo”.
McLean calculó que un par de miles de inmuebles fueron destruidos en la ciudad de 27,000 residentes, situada a unos 290 kilómetros (180 millas) al noreste de San Francisco.
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El jefe de bomberos del condado Butte, Darren Read, dijo en conferencia de prensa que dos bomberos y varios habitantes resultaron heridos.
No había detalles disponibles sobre los daños o heridos debido a que los oficiales no podían entrar en la zona.
Mientras huía, Gina Oviedo describió una escena devastadora en la que las llamas se tragaban las casas, se escuchaban estallidos y los postes del tendido eléctrico caían.
“Las cosas empezaron a explotar”, dijo Oviedo. “La gente comenzó a salir de sus vehículos y a correr”.
#WoolseyFire Winds are pushing the fire hard in Oak Park now pic.twitter.com/sx5PIgZA4b
— Michael Coons (@Michael_Coons) 9 de noviembre de 2018
Un fotógrafo de The Associated Press vio decenas de negocios y casas destruidas o en llamas, incluida una licorería y una gasolinera.
“Es una situación muy peligrosa y muy grave”, dijo el jefe de policía del condado Butte, Kory Honea, a The Associated Press. “Conduzco a través de las llamas mientras hablamos. Estamos haciendo todo lo que podemos para sacar a la gente de las zonas afectadas”.
El fuego se propagó por la presencia de fuertes vientos en el estado. Un incendio al norte de Los Ángeles, en el condado Ventura, quemó unas 6,000 hectáreas (15,000 acres) y por lo menos una vivienda en cuestión de horas. Provocó la evacuación de un parque de casas móviles, un campus universitario y una pequeña comunidad. Un incendio más pequeño, de unas 400 hectáreas (1,000 acres), se propagaba con velocidad.
Honea confirmó los reportes de que los evacuados tuvieron que abandonar sus vehículos mientras huían del lugar. “Los estamos llevando en otros vehículos. Estamos trabajando muy duro para sacar a la gente. El mensaje que quiero enviar es que si pueden evacuar, deben evacuar”, manifestó Honea.
#WoolseyFire view from 4th Street Simi valley looks like winds pushing it along the ridge line but hard to say for sure pic.twitter.com/bT0exGRZzD
— David Rodriguez (@drod0064) 9 de noviembre de 2018
El incendio fue reportado a las 6:30 de la mañana, dijo Rick Cahart, portavoz de Cal Fire. En seis horas, las llamas cubrían 69 kilómetros cuadrados (26 millas cuadradas), dijo John Gaddie, capitán de bomberos de Cal Fire.