Un tatuaje es símbolo de frivolidad para algunos y de belleza para otros. Pero hay mujeres para las que esa marca indeleble es un paso más para volver a sentir que su cuerpo les pertenece.

El cáncer de mama sigue siendo una de las primeras causas de muerte entre las mujeres y cabe destacar que también afecta a los varones. Entre los procedimientos a los que se someten los pacientes está la quimioterapia, la radioterapia y, en ocasiones, la mastectomía total es parte del proceso de curación.

Mientras algunas mujeres deciden llevar sus cicatrices sin problemas, hay otras que prefieren una reconstrucción. La ciencia, por su parte, hace todo lo posible por devolverles un seno que se vea lo más parecido al original, pero queda un pequeño detalle: el pezón. Si bien pueden reconstruirlo, esa parte del busto femenino queda incompleta porque médicamente, sencillamente, no se puede reproducir con exactitud.

Ahí entran los artistas del tatuaje. Si bien el procedimiento puede ser visto como cosmético, en verdad es para muchas pacientes una ayuda psicológica y parte del proceso de volver a la normalidad. En esta ocasión, les mostramos un vídeo trabajado por The New York Times, que recoge el trabajo de Vinnie Myers, un tatuador radicado en   Maryland, EE.UU.  quien  se especializa en estos tatuajes reconstructivos y tiene clientas que han viajado de todas partes del mundo para hacerse el procedimiento. Así de bueno es. Así confían en él. De hecho, la mujer objeto de este vídeo dice entre risas, “me voy a hacer un Vinnie”.

Por su lado, el tatuador comenta que “nunca pensé que iba a estar haciendo lo que estoy haciendo ahora. Probablemente estamos haciendo entre 1,500 y 2,000 (pezones tatuados) cada año y ha llegado al punto en el que ya no podemos hacer nada más el día que los estamos trabajando. Como que me impresiona, y realmente pone en perspectiva el volumen de personas que tienen cáncer de seno”.

Vea el vídeo. Está en inglés y fue clasificado “NSFW” (not safe for work, o inapropiado para el trabajo) porque muestra el torso desnudo de la clienta, y el artista trabajando el pezón. Pero creemos que es importante mostrarlo, porque precisamente ése es uno de los peligros del cáncer de seno: no se habla, no se discute, se trata como si fuera algo inmencionable. Y queremos mostrarlo, nombrarlo, e invitarlos a hacerse, mensualmente, un autoexamen mensual, sea hombre o mujer. Si encuentra algo sospechoso, o ve una descoloración, arrugas, inflamación o incluso depresión en su piel que note que no es normal, coordine rápidamente una visita con su médico.