El plan del expresidente de Estados Unidos y candidato republicano, Donald Trump, para modificar a su favor el reparto de votos electorales en Nebraska para las elecciones del próximo 5 de noviembre resultó frustrado este martes por la oposición de un legislador local de su propio partido.

Nebraska es el único estado del país, junto con Maine, que reparte sus votos electorales en las presidenciales por diferentes distritos, de manera que en 2020 Trump ganó allí cuatro votos y el demócrata Joe Biden logró rascar un voto de un distrito urbano.

De cara a los próximos comicios, los republicanos lanzaron una propuesta para que Nebraska se sumara al resto de estados y entregara todos sus votos electorales al candidato ganador, lo que hubiera garantizado a Trump los cinco votos de este estado eminentemente conservador y rural.

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Pero el senador estatal republicano Mike McDonnell se desmarcó el lunes de sus colegas y se negó a dar su apoyo a la propuesta al considerar que no se pueden cambiar las reglas de juego cuando quedan menos de 50 días para las elecciones.

Con la oposición de McDonnell, los republicanos ya no cuentan con la mayoría suficiente en el Congreso estatal para aprobar la modificación, de manera que el gobernador de Nebraska, el republicano Jim Pillen, anunció este martes que no convocará al Legislativo para la sesión especial que debía votar la propuesta antes de las elecciones.

Un cambio en el reparto de votos, aunque sea mínimo, podría tener un gran impacto en unas elecciones que, según indican las encuestas, serán muy ajustadas y dependerán de un puñado de estados decisivos.

Según las proyecciones, por ejemplo, uno de los escenarios para una victoria de la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, pasa por ganar en Pensilvania, Míchigan y Wisonsin, con lo que lograría la cifra exacta de 270 votos electorales necesarios para ser presidenta. Pero un cambio en Nebraska anularía esta posibilidad porque la dejaría en 269 votos.