Un oso negro y su osezno destrozan un auto tras quedar atrapados en su interior
Este tipo de incidentes se ha vuelto más frecuente en la zona occidental de Estados Unidos.
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WINSTED, Connecticut. Atrapados dentro de un auto, un oso negro adulto y su osezno se agitaban. La bocina sonaba y la radio estaba a todo volumen. Afuera del coche, un segundo osezno corría de un lado a otro evidentemente angustiado cerca de una casa de Connecticut.
La mañana del 15 de julio, el asustado propietario del vehículo llamó a los agentes de la policía estatal de conservación del medio ambiente. Abrieron una puerta y los dos osos huyeron al bosque sanos y salvos junto con el tercero. El interior del coche, sin embargo, quedó completamente destrozado.
Los hechos ocurrieron en Winsted, en el extremo noroeste del estado, no lejos de Massachusetts. El incidente quedó documentado en fotos y en un video tomado por el propietario del auto, que captó con un teléfono móvil imágenes de los osos en elvehículo y de la destrucción resultante. Las autoridades creen que entraron en el vehículo abriendo una puerta, pero no está claro cómo se cerró después.
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En una semana se han producido tres episodios relacionados con osos en Connecticut que han sido notificados públicamente por el Departamento de Energía y Protección Ambiental del estado, otra señal del aumento de la población de osos negros en el estado.
El sábado, una mujer denunció haber sido mordida por un oso negro en un patio trasero en Cheshire. Sufrió heridas leves y se negó a recibir tratamiento, según las autoridades. La policía de conservación ambiental encontró y sacrificó al oso, que fue trasladado para ser sometido a pruebas.
El domingo, un oso negro de casi 227 kilos (550 libras) murió atropellado por un coche en una carretera de Torrington, según informó el Departamento de Energía y Protección Ambiental.
Aunque hace tiempo que los osos irrumpen en coches, contenedores de basura y casas en la zona occidental de Estados Unidos, este tipo de episodios eran raros en Connecticut hace unas décadas. Ahora son un fenómeno creciente.
En junio, una persona mató a tiros a un oso negro en Canton alegando defensa propia. El año pasado, un oso irrumpió en una panadería de Avon, asustó a los empleados y se sirvió 60 pastelitos antes de marcharse. En 2022, un oso dañó el interior de dos vehículos en Cornwall.
En los últimos dos años también se han registrado en el estado algunos ataques no mortales de osos a seres humanos, y un número creciente de osos que entran en las casas, según las autoridades estatales.
“Mantenga siempre cerradas las puertas de su coche si hay osos en su zona y nunca les permita acceder fácilmente a alimentos de origen humano”, señaló en un comunicado Ethan Van Ness, asesor sénior del Departamento de Energía y Protección Ambiental.
Según las autoridades estatales, los osos empezaron a regresar a la región en la década de 1980 y su población no ha dejado de aumentar. Ahora se calcula que hay entre 1.000 y 1.200 osos en Connecticut, con avistamientos en sus 169 ciudades en los últimos años, pero más concentrados en el extremo noroeste del estado.