DETROIT. Una de las vecinas de Claudia Ortiz la llamó el lunes por la mañana para decirle que la calle frente a su casa en Detroit se llenaba rápidamente de agua.

Unas horas más tarde, una enorme cantidad de agua proveniente de una gran tubería de transmisión rota se precipitó por las estrechas calles e inundó los sótanos de este vecindario, muy unido y de clase trabajadora, a unos pocos kilómetros (millas) al suroeste del centro de la ciudad.

“Parecía un río. El agua bajaba muy rápido,” dijo Ortiz a The Associated Press el miércoles desde su sala de estar, calentada solo por un pequeño calefactor en el suelo.

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“Todo el mundo estaba muy asustado”, agregó. “Era una locura”.

¿Qué sucedió?

Cerca de las dos de la mañana del lunes, una tubería de agua de acero de 1.4 metros (54 pulgadas) de diámetro de casi un siglo de antigüedad estalló repentinamente a unos metros de la puerta de Ortiz, lanzando torrentes de agua en todas direcciones desde un cráter que crecía cada vez más. Más de 90 personas tuvieron que recibir ayuda para salir de sus hogares. Algunas fueron rescatadas por los bomberos en balsas de goma a través del agua, que llegaba hasta la cintura. Varias de ellas lograron llegar a la caja de un vehículo de construcción.

La tubería fue construida alrededor de 1930, según funcionarios que aún trabajan para determinar qué causó la ruptura de la enorme tubería. Las temperaturas estaban muy por debajo del punto de congelación en el momento del incidente.

“Si no tienes electricidad, no tienes calefacción, no tienes agua, no tienes que quedarte en tu casa,” dijo el alcalde Mike Duggan el lunes. “Te conseguiremos una buena habitación de hotel”.

Las aguas retrocedieron el lunes por la mañana, tras hallarse la ruptura y detener el flujo de agua.

Las grandes tuberías de transmisión llevan agua desde las estaciones de bombeo en el río Detroit. Esa agua luego fluye hacia las comunidades atendidas por la Autoridad del Agua de los Grandes Lagos. El agua de las tuberías principales va a tuberías más pequeñas que recorren los vecindarios y las líneas de servicio domésticas.

¿Quiénes se vieron afectados?

Duggan dijo que casi 400 hogares están en la zona de emergencia provocada por la inundación. Hasta el martes, de los hogares afectados, 72 estaban sin electricidad, 190 tenían sótanos inundados y 174 estaban sin calefacción.

Numerosos vehículos cubiertos de nieve quedaron atrapados, con el agua hasta sus ejes o capós, hasta que el agua finalmente fue drenada. El miércoles, las partes inferiores de sus neumáticos seguían atrapadas en el hielo y congeladas en el pavimento.

La casa de Linda Hoskins tampoco tenía calefacción de gas el miércoles. Su calefactor y su calentador de agua probablemente quedaron dañados sin posibilidad de reparación cuando su sótano se inundó.

“Entraba a raudales... por toda la casa”, dijo el miércoles desde los escalones de su vivienda mientras los equipos de la ciudad cavaban y removían tierra, arcilla y barro en el lugar donde estalló la tubería.

“Sucedió muy rápido”, dijo Hoskins. “Al principio, pensamos que entraba por la puerta. La gente tendrá problemas con sus cimientos porque el agua entraba por las paredes”.

Al igual que Ortiz y muchas otras personas, Hoskins decidió quedarse en casa, ahora calentada por varios calefactores.

“Tengo cosas en mi casa. Es mi casa”, dijo. “Mi esposo sigue trabajando, así que tenemos ingresos. Aún tenemos cuentas que pagar. Nos ofrecieron un hotel, pero hay personas que lo necesitan más que nosotros”.

¿Qué sigue?

Los equipos han excavado alrededor del sitio donde estalló la tubería de transmisión.

Se ha ordenado reemplazar una sección de tubería de 3.7 metros (12 pies) que se está retirando, y debería estar en su lugar en un día, dijo el miércoles la Autoridad del Agua de los Grandes Lagos, y añadió que la tubería no volverá a estar en servicio durante al menos dos semanas.

La ciudad utilizará fondos del Departamento de Agua y Alcantarillado de Detroit y de la Autoridad del Agua para pagar habitaciones de hotel y alimentos para los residentes desplazados. También reparará y pagará los daños no asegurados a los calefactores y calentadores de agua, y limpiará los sótanos, dijo Duggan.

Se espera que los equipos comiencen el jueves a limpiar algunas de las casas que no resultaron gravemente afectadas, dijo Gary Brown, director del departamento de agua de la ciudad.

“Tenemos un equipo de personas acostumbradas a hacer este tipo de trabajo y verán que pasaremos por estas casas bastante rápido,” dijo Brown.

Incertidumbre para los residentes

Por ahora, Hoskins tiene charcos de lo que describe como lodo en su sótano. Hasta la tarde del miércoles, Ortiz, propietaria de una empresa de renovación de casas, aún no revisaba el estado de la ropa, herramientas eléctricas y otros artículos almacenados en su sótano.

“Bajé allí cuando el agua aún no estaba tan alta”, dijo. “Intenté poner cosas en mesas, pero había tanta agua que todo se volcó. Simplemente era demasiada agua. Entraba muy rápido por los desagües”.

Los funcionarios de la ciudad mantienen el contacto con Ortiz y sus vecinos, tocando puertas y llamando para ver si necesitan ayuda.

Su póliza de seguro no cubre inundaciones y Ortiz dijo que aceptará la oferta de la ciudad para ayudar con los daños.

“Al menos para mi calefactor. Lo que pueda recuperar”, dijo. “Será difícil. A veces pienso que todavía estoy en shock. Ni siquiera sé si realmente siento frío o algo. Simplemente estoy asustada”.