Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó esta tarde un paquete de rescate económico por 2.2 billones de dólares, después que el Congreso lo aprobara esta semana de manera casi unánime, con el fin de apoyar a las empresas, acelerar la entrega de recursos a los sobrecargados proveedores de atención médica, y ayudar a las familias durante la pandemia por coronavirus.

Actuando con una unidad y una resolución no vistas desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, Washington trabajó para atender la caída libre de la economía causada por las restricciones impuestas para frenar la propagación del virus, las cuales incluyen el cierre de escuelas y empresas, y han paralizado las vidas de muchos en muchos lugares.

“Esto brindará ayuda que se necesita con urgencia”, dijo Trump al firmar la iniciativa en la Casa Blanca, acompañado únicamente por legisladores republicanos.

El paquete permitirá enviar pagos de hasta 1,200 dólares por persona a millones de estadounidenses, reforzará el programa de seguro de desempleo, ofrecerá préstamos, subsidios y exenciones impositivas a empresas grandes y pequeñas, e inyectará miles de millones más a los estados, gobiernos locales y al sistema de atención médica de la nación.

“Acabo de firmar la Ley CARES, el paquete de ayuda económica más grande en la historia de Estados Unidos, el doble de cualquier proyecto de ley de ayuda que se haya promulgado. Con un costo de $ 2.2 billones de dólares, este proyecto de ley brindará ayuda de urgencia para las familias, los trabajadores y las empresas de nuestra nación”, tuiteó.

Más temprano, la Cámara baja de Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda de 2.2 billones de dólares, con lo que pasa a manos de Trump para su firma.

La medida representa la legislación de emergencia más grande en la historia de Estados Unidos en momentos que se hace frente al coronavirus.

La legislación permitirá, entre otras cosas, enviar cheques de por lo menos $1,200 a una mayoría de los ciudadanos de un fondo de $250,000 millones, asignar $150,000 millones para estabilizar las finanzas de los gobiernos estatales y otorgar cerca de $100,000 millones para hospitales, centros de salud y suministros médicos.

La medida también separa $377,000 millones para préstamos a pequeños empresarios que pueden ser perdonados durante los primeros dos meses y cerca de $500,000 millones para rescatar a grandes corporaciones, como las aerolíneas.