Trump asegura que no tuvo “nada que ver” con el fallido ataque para derrocar a Maduro
Dos exsoldados de las fuerzas especiales estadounidenses -vinculados con Jordan Goudreau, un ex boina verde de Estados Unidos que trabajó en Puerto Rico- fueron arrestados.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Caracas. El presidente Donald Trump aseguró el martes que Estados Unidos no tuvo nada que ver con la frustrada incursión marítima en Venezuela que dejó 16 detenidos entre ellos dos estadounidenses que han sido acusados de actuar como “mercenarios”, agrietando aún más las tirantes relaciones entre Caracas y Washington.
Trump expresó que acababa de enterarse de la detención de la pareja de estadounidenses que el mandatario Nicolás Maduro aseguró que formaban parte de una operación, que buscaba asesinarlo, y que contó con el apoyo de Colombia y Estados Unidos.
“Sea lo que sea, se lo haremos saber”, indicó el gobernante estadounidenses a periodistas en Washington antes de partir hacia Arizona. “Pero no tiene nada que ver con nuestro gobierno”, agregó.
En un tono similar se expresó en declaraciones a los periodistas el jefe del Pentágono, Mark Esper, al señalar que "el Gobierno de Estados Unidos no tuvo nada que ver en lo sucedido en los últimos días en Venezuela".
Por su parte, el Departamento de Estado reconoció estar al tanto de las informaciones sobre la detención de dos ciudadanos estadounidenses en el marco de estos ataques, pero alegó "cuestiones de privacidad" para no aportar más detalles.
"Estamos tratando de saber más, incluyendo sobre las actividades de los dos estadounidenses que según informaciones están bajo custodia" de las autoridades venezolanas, indicó la agencia en un comunicado.
Asimismo, también reconocieron que está recopilando información sobre las actividades de Jordan Goudreau, el ex boina verde estadounidense que se ha atribuido la dirección de los ataques, que posee una empresa de seguridad en Florida y que trabajó en Puerto Rico tras el azote del huracán María.
En su comunicado, el Departamento de Estado insistió en que Estados Unidos "no está implicado" en los hechos acontecidos en Venezuela y dijo que el Gobierno de Maduro ha iniciado una "campaña de desinformación (...) que hace difícil distinguir los hechos de la realidad".
También catalogó los hechos de "melodrama" y acusó a Maduro de usarlos para "justificar un mayor nivel de represión" en Venezuela.
Maduro anunció el lunes que entre las personas capturadas por las fuerzas de seguridad estaban Luke Denman y Airan Berry, ambos exsoldados de las fuerzas especiales estadounidenses asociados con la firma de seguridad privada SilverCorp., que tiene su sede en Florida.
Goudreau, un tercer asociado de Silvercorp, se adjudicó la responsabilidad de la “Operación Gedeón” que implicó una fallida incursión en una playa del estado costera de La Guaira durante la madrugada del domingo que dejó seis fallecidos y otras cinco personas detenidas, según confirmó el martes el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez.
En una declaración televisada, Maduro mostró los pasaportes de ambos, tarjetas de identificación como veteranos militares, así como carnets de SilverCorp.
También mostró "material de guerra de Estados Unidos y Colombia", cascos militares y equipos de comunicación.
Denman y Berry fueron detenidos el lunes en el poblado costero de Chuao, del estado central de Aragua, en una segunda embarcación, también implicada en la operación, en las que iban otros ocho hombres entre ellos, el jefe del plan, el capitán desertor de la Guardia Nacional Antonio Sequea.
El capitán desertor de la Guardia Nacional, Víctor Pimienta Salazar, dijo en una grabación que difundieron el martes las autoridades que la segunda embarcación, en la que iban unas 50 personas, tenía previsto arribar también a La Guaira, y que después de enterarse que la primera lancha y sus pasajeros habían sido abatidos decidieron retirarse del lugar e iniciar viaje hacia una isla del Caribe.
Debido a la falta de combustible la segunda embarcación emprendió un recorrido por las costas venezolanas en las que fueron dejando a algunos de los pasajeros hasta llegar al poblado de Chuao donde fueron detenidos por miembros de la Armada, precisó Pimenta Salazar.
Rodríguez dijo, en una transmisión de la televisora estatal, que en este momento las autoridades mantienen una “persecución en caliente” para capturar al resto de los pasajeros del segundo bote.
Durante su exposición el ministro de Comunicación presentó las copias de un convenio y el audio de una supuesta conversación entre el líder opositor Juan Guaidó, el congresista opositor Sergio Vergara, quien huyó del país luego que le abrieron un proceso, y Goudreau en la que conversaron de un presunto acuerdo, y afirmó que con esas pruebas “es imposible” que el jefe de la Asamblea Nacional pueda evadir su vinculación con el caso.
“Nosotros estamos del lado de la Constitución”, expresó el martes Guaidó en un discurso que dio en una sesión del Congreso que se realizó virtualmente, al rechazar las acusaciones de las autoridades, y dijo que el “Parlamento no tiene que ver” con la Operación Gedeón.
Guaidó intentó derrocar a Maduro en un levantamiento militar el 30 de abril del año pasado que fracasó y del que Washington estuvo al tanto, aunque asegura que no participó.
Tras afirmar, basado en declaraciones de las autoridades, que las operaciones de la incursión marítima “estaban infiltradas” y que “estaban esperándolos para masacrarlos”, el líder opositor exigió respeto a los derechos humanos de los implicados.
“Han querido sembrar confusión, han querido sembrar un estado aparente de conmoción para ocultar lo que está pasando en Venezuela”, sostuvo Guaidó, al acusar a Maduro de tratar de ocultar las muertes de al menos 46 presos en una cárcel del centro del país, la severa escasez de combustible y las recientes protestas por hambre ocurridas en el oriente del país.
“Nada de lo que diga el usurpador podrá cambiar la realidad. La situación de nuestro país es insostenible”, agregó.
Goudreau señaló que Guaidó nunca cumplió el contrato, pero el ex boina verde siguió adelante con la operación con sólo 60 hombres, incluyendo los dos veteranos estadounidenses.
El líder opositor descartó tener relaciones o responsabilidad alguna con el accionar de la empresa SilverCorp, que ha sido relacionada con Goudreau.
A los señalamientos contra el también jefe de la Asamblea Nacional se sumó el fiscal general, Tarek William Saab, estrecho aliado del gobierno, quien afirmó el lunes que al dirigente opositor “la justicia más temprano que tarde le va a llegar”.
Como prueba de su acusación, Saab dijo a la prensa que había un contrato en el que aparecían las firmas de Guaidó, Vergara, el publicista Juan Rendón y Goudreau.
Al caso ha sido vinculado también el mayor general retirado Cliver Alcalá, un excolaborador militar del oficialismo que se entregó en marzo en Colombia a las autoridades estadounidenses poco después de que fuera acusado por Washington de narcoterrorismo junto con Maduro, el hombre fuerte del gobierno venezolano Diosdado Cabello y otras 12 personas.
Alcalá dijo en marzo que había coordinado el traslado de un lote de armas hacia Venezuela, que fueron incautadas por las autoridades colombianas, y que el contrato de adquisición del armamento fue suscrito por Guaidó y asesores estadounidenses.
A raíz de la denuncia de Alcalá, la Fiscalía General abrió una investigación a Guaidó por supuesto golpe de Estado y lo citó para que compareciera, pero el dirigente no se presentó.
En medio de las tensiones generadas por la frustrada incursión, la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunció en la jornada que el sistema eléctrico nacional sufrió el martes un “ataque” a sus líneas de transmisión horas después del evento.
Rodríguez dijo en su cuenta de Twitter que “ya estamos en proceso de recuperación del servicio”, pero no precisó los estados que resultaron afectados por el apagón parcial que ocurrió durante la tarde. En las redes sociales se informó que la capital y al menos una docena estados se vieron afectados por el apagón temporal.
Venezuela se encuentra en medio de una compleja crisis económica y social que amenaza con agravarse por la pandemia del nuevo coronavirus, que ha dejado hasta la fecha 10 fallecidos y 361 contagiados.