La Corte Suprema de Estados Unidos adoptó el lunes su primer código de ética tras recibir continuas críticas por viajes y regalos no divulgados que ricos benefactores dieron a algunos jueces, pero el código carece de medios para garantizar su cumplimiento.

La política, aprobada por los nueve magistrados, no parece imponer ningún requerimiento nuevo significativo y deja su cumplimiento enteramente en manos de cada juez.

De hecho, los jueces dijeron que se han adherido durante mucho tiempo a las normas de ética, e insinuaron que las críticas al máximo tribunal sobre cuestiones de ética son producto de un malentendido, en lugar de algún error de los magistrados.

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“La ausencia de un código, sin embargo, ha llevado en los últimos años al malentendido de que los jueces de este tribunal, a diferencia de todos los demás juristas de este país, consideran que no están restringidos por ninguna norma ética”, escribieron los jueces en una declaración no firmada que acompañaba al código. “Para disipar este malentendido, publicamos este código, que representa en gran medida una codificación de los principios que desde hace tiempo consideramos que rigen nuestra conducta”.

El asunto de la ética ha molestado al tribunal durante varios meses, a raíz de una serie de artículos que cuestionaban las prácticas éticas de los jueces. Muchas de esas historias se centraron en el juez Clarence Thomas y el hecho de que no dio a conocer viajes, otras atenciones sociales y vínculos financieros adicionales con ricos donantes conservadores como Harlan Crow y los hermanos Koch. Pero los jueces Samuel Alito y Sonia Sotomayor también han estado bajo escrutinio.

En septiembre, la jueza Elena Kagan reconoció que había desacuerdos entre los jueces sobre el contenido de un código ético, pero no especificó cuáles eran. Los magistrados lograron la unanimidad el lunes, pero no ofrecieron ninguna explicación de cómo habían llegado a ese punto.

Los críticos liberales del tribunal no quedaron satisfechos, y un grupo dijo que el código “se parece mucho más a una sugerencia amistosa que a una directriz vinculante y exigible”.

El senador demócrata Sheldon Whitehouse, una de las voces que más se ha quejado de las deficiencias éticas del tribunal, fue uno de los principales demócratas que lo elogió, pero también lo exhortó a hacer más.

“Se trata de un paso que los jueces deberían haber dado hace tiempo, pero un código ético no es vinculante a menos que exista un mecanismo para investigar posibles infracciones y hacer cumplir las normas. El sistema de honor no ha funcionado para los miembros del Tribunal (que encabeza el presidente John) Roberts”, dijo Whitehouse.