Tras apuñalamiento, Salman Rushdie reaparece y habla de su dificultad para escribir: “Es deprimente”
El escritor ha perdido unas 44 libras y enfrenta problemas de movilidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El escritor Salman Rushdie, apuñalado el pasado agosto por un fanático musulmán, se siente incapaz de escribir por el momento, aparte de tener una mano casi paralizada, algo que le impide teclear en un computador.
Tras casi seis meses de haber sido víctima de un ataque perpetrado por un musulmán fundamentalista, el escritor Salman Rushdie (Premio Costa Book 1988 y Premio Booker de Booker 1993) ofreció su primera entrevista, publicada por el semanario “The New Yorker” en un artículo de alrededor de 20 cuartillas firmado por el periodista David Remnick (Premio Pulitzer 1994).
El 12 de agosto de 2022, alrededor de las 11:00 a.m., Rushdie fue apuñalado, entre 10 y 15 veces, por Hadi Matar, fundamentalista islámico de 24 años, antes de ofrecer una conferencia en Chautauqua, Nueva York.
Hoy se sabe que Rushdie perdió la vista del ojo derecho y que su mano izquierda quedó paralizada debido al ataque acaecido 33 años después de que el Ayatolá Khomeini emitiera una fatwa o fatua (en el islam, pronunciamiento legal) que demanda el asesinato de Rushdie por considerar como blasfema su novela “Los versos satánicos”.
“Tengo eso que se llama trastorno de estrés postraumático. Estoy teniendo muchas, muchas dificultades para escribir. Me siento a escribir y no sucede nada. Escribo, pero es una combinación de vacuidad y desechos, cosas que escribo y borro al día siguiente”, declaró el también autor de “Hijos de la medianoche”.
La entrevista se dio en la víspera del lanzamiento de su novela más reciente, “Ciudad Victoria”, publicada en español bajo el sello de Penguin Random House y descrita por el escritor Michael Cunningham (Premio Pulitzer 1999), como un logro mayor de uno de los mejores autores vivos del presente y una obra de arte significativa que no se parece a ninguna otra que él pueda nombrar. Además, se informó que la novela, terminada de escribir por Rushdie antes del ataque, no tendrá ninguna campaña de presentación.
“He sufrido pesadillas, que tienden a disminuir. Estoy bien, soy capaz de levantarme y caminar. Cuando digo que estoy bien, quiero decir que hay partes de mi cuerpo que necesitan controles constantes. Fue un ataque colosal”, afirmó Rushdie en una cita que, sin dejar de lado la gravedad del ataque, sustenta un hecho: desde que la fatwa fuera declarada, el psicoanálisis le ha ayudado al escritor nacionalizado estadounidense a no asumir su identidad como la de una víctima de las circunstancias.
Rushdie también reflexionó en la entrevista sobre qué tan asertivo fue, desde que se estableciera en Nueva York hace 23 años, renunciar a la protección policíaca de la que disponía. Tras ser dado de alta en el hospital, Rushdie ha permanecido encerrado en su casa. En el artículo de “The New Yorker” se incluye una foto en la que se puede ver cómo un lente oscuro cubre su ojo derecho y se aprecia la cicatriz vertical que le dejó el arma blanca en ese lado de la cara.
En la mano izquierda perdió la sensibilidad de dos dados y de la palma, por lo que, tanto escribir a mano como en computadora, es más difícil que antes. “Simplemente escribo más despacio. Pero estoy llegando”, declaró para “The New Yorker”. Rushdie, quien pesa 44 libras menos ahora que hace seis meses, contó que tiene un movimiento involuntario en el labio; aunque agradeció que se trate de daños meramente físicos, ya que continúa siendo lúcido.
“Como puede ver, las heridas grandes se curan, esencialmente. Tengo sensibilidad en el pulgar y el índice y en la mitad inferior de la palma. Estoy haciendo mucha terapia de manos y me dicen que me va muy bien”.
A la manera de su autobiografía “Joseph Antón”, cuyo título alude a los escritores Joseph Conrad y Antón Chéjov, Rushdie planeaba escribir un libro inspirado en las figuras de Franz Kafka y Thomas Mann, proyecto que detuvo debido a que ahora considera escribir un libro sobre el atentado en su contra.
El agresor de Rushdie podría alcanzar una condena de hasta 25 años por intento de asesinato, sentencia a la que se sumarían siete años por el ataque contra Henry Reese, quien se interpuso cuando Matar atacó a Rushdie.