Los residentes de Buffalo se apiñaban en torno a calefactores el lunes, buscaban coches enterrados en la nieve y posibles víctimas del frío, después de que 28 personas murieran en una de las peores catástrofes meteorológicas que han azotado el oeste de Nueva York.

El resto de Estados Unidos también sufrió estragos de la tormenta invernal, y al menos otras dos docenas de muertes se registraron en otras partes del país.

El Servicio Meteorológico Nacional informó que otras 9 pulgadas de nieve podrían caer en algunas zonas del oeste de Nueva York para el martes.

“Esto no ha terminado”, sentenció el administrador del condado Erie, Mark Poloncarz, quien describió la tormenta de nieve como “la peor de nuestras vidas”, incluso para un área acostumbrada a las nevadas intensas.

Algunas personas quedaron atrapadas en sus coches durante más de dos días, indicó.

Miles de personas se vieron atrapadas en sus casas por la tormenta invernal, y decenas de miles de viviendas y negocios estaban sin electricidad.

El presidente Joe Biden dijo que sus oraciones estaban con las familias de las víctimas, y ofreció ayuda federal al estado.

Las personas que perdieron la vida en los alrededores de Buffalo fueron encontradas en coches, casas y bancos de nieve. Algunos murieron mientras quitaban la nieve; otros, cuando los equipos de emergencia no pudieron responder a tiempo a crisis médicas.

Los científicos afirman que la crisis del cambio climático pudo haber contribuido a la intensidad de la tormenta. Eso se debe a que la atmósfera puede transportar más vapor de agua, que actúa como combustible, dijo Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado, campus Boulder.

La tormenta se abatió sobre el oeste de Nueva York el viernes y el sábado. Dado que muchas tiendas de comestibles están cerradas en la zona de Buffalo y existen restricciones a la circulación de autos, algunas personas suplicaron en redes sociales donaciones de alimentos y pañales.

“Fue como mirar una pared blanca durante 14 o 18 horas seguidas”, comentó Poloncarz.

Sin embargo, esta semana llegará algo de alivio, ya que se pronostica un lento aumento de las temperaturas, según Ashton Robinson Cook, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.

Alrededor de 3.410 vuelos nacionales e internacionales fueron cancelados el lunes hasta las 3 de la tarde, hora del Este, según el sitio de seguimiento FlightAware. Según el sitio, Southwest Airlines había cancelado 2.497 vuelos, cerca del 60% de sus vuelos programados y unas 10 veces más que cualquier otra gran aerolínea estadounidense.

Southwest dijo que el tiempo estaba mejorando, lo que “estabilizaría y mejoraría nuestra situación”.

Según los datos de FlightAware, aeropuertos de todo Estados Unidos sufrieron cancelaciones y retrasos, como Denver, Atlanta, Las Vegas, Seattle, Baltimore y Chicago.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, señaló que la tormenta se produjo poco más de un mes después de que la región se viera inundada por otra nevada “histórica”. Entre las dos tormentas, los totales de nieve no están muy lejos de los 242 centímetros (95,4 pulgadas) que la zona suele ver en toda una temporada de invierno.

El Servicio Meteorológico Nacional indicó que el total de nieve en el Aeropuerto Internacional de Buffalo Niágara era de 1,25 metros (49,2 pulgadas) a las 10 de la mañana del lunes. Según las autoridades, el aeropuerto permanecerá cerrado hasta el miércoles por la mañana.