La pasada semana una docena de familiares de los hermanos Lyle y Erik Menéndez aparecieron públicamente para pedir una reducción en la condena de estos, pero no todos los familiares de estos hombres, sentenciados a cadena perpetua por asesinar a sus padres, piensan igual.

Milton Andersen, hermano de Kitty Menéndez, envió una carta a medios estadounidenses a través de su abogada en la que se muestra en desacuerdo con que se revise la condena de sus sobrinos.

¿La razón?

Piensa que sus sobrinos asesinaron a sus padres por “codicia” y no porque hubieran sufrido años de abusos sexuales, como alegan Lyle y Erik.

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Él cree que no hubo ningún abuso. Cree que el motivo fue pura codicia, porque recién se habían enterado de que iban a ser eliminados del testamento”, expuso Kathy Cady, abogada de Milton Andersen a Univisión.

En la misiva, el hombre además alega que los hermanos actuaron “ a sangre fría” y que no merecen la libertad.

Sus alegaciones ocurren luego de que el fiscal de Los Ángeles, George Gascón, revelara nueva evidencia que presentará ante en juez para pedir una reducción en la condena de los hermanos Menéndez.

Gascón presentó la pasada semana una carta que alega, Erik envió a un primo en la que le confiesa los abusos sexuales a los que ha sido sometido por su padre. Esa carta, se indicó, se envió antes del juicio en su contra, lo que probaría que los hermanos no se inventaron el patrón de abusos que dijo sufrir Erik durante el proceso judicial en su contra.

Lyle Menéndez, que entonces tenía 21 años, y Erik Menéndez, que entonces tenía 18, admitieron que mataron a tiros a su padre, José Menéndez, ejecutivo del mundo del espectáculo, y a su madre, Kitty Menéndez, en 1989, pero dijeron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que se descubriera que el padre había abusado sexualmente de Erik durante mucho tiempo.

En aquel momento, la fiscalía alegó que no había pruebas de abusos sexuales. Dijeron que los hijos buscaban el patrimonio multimillonario de sus padres.