El senador republicano Ted Cruz venció al demócrata Beto O’Rourke para obtener su reelección en una contienda de Texas que atrajo mucha atención y que al principio parecía cosa cantada, pero que necesitó una visita del presidente Donald Trump para ayudar a impulsar al republicano. 

Cruz terminó en un sorprendente segundo lugar en las primarias republicanas presidenciales de 2016 y comenzó la contienda por un escaño en el Senado como favorito. 

Sin embargo, O’Rourke visitó las partes conservadoras del estado en las que su partido se había dado por vencido desde hace tiempo, y rompió récords de recaudación de fondos a pesar de rechazar las donaciones de grupos políticos externos y el consejo de los encuestadores. 

Cruz alegó que el apoyo de su contrincante al control de armas de fuego y a la atención médica universal eran cuestiones demasiado liberales para Texas. 

Trump y Cruz fueron acérrimos rivales en 2016, pero el presidente visitó Houston hace unas semanas para apuntar la victoria del senador.