El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió este miércoles que la Casa Blanca y otras agencias federales podrán seguir pidiendo a las plataformas de redes sociales que eliminen cierto contenido que pueda llevar a la desinformación, una decisión clave para el país y el Gobierno de Joe Biden en este año electoral.

Por 6 votos contra 3, la Corte Suprema rechazó el esfuerzo liderado por los republicanos para limitar drásticamente esta capacidad y desestimó así la petición de los gobiernos de Misuri y Luisiana, además de varios usuarios de redes, quienes presentaron una demanda acusando a la administración Biden de violar la Primera Enmienda (la de la libertad de expresión).

La relevancia del caso, cuya audiencia se celebró en marzo, era notable, pues podría haber servido para fijar las normas para la libertad de expresión en internet, dado que debía decidir hasta dónde puede llegar el Gobierno federal para combatir publicaciones polémicas en redes sociales sobre temas como la covid-19 y las elecciones.

Pero en lugar de profundizar en las importantes cuestiones de la Primera Enmienda planteadas por el caso, el tribunal dictaminó que el estado y los usuarios de las redes sociales que desafiaron a la administración Biden no tenían legitimación activa para demandar.

En Estados Unidos, no existen normas que regulen específicamente los límites de la libertad de expresión en las redes sociales. Ante la ausencia de esta legislación, el Tribunal Supremo está adquiriendo un papel cada vez más importante.