CENTENNIAL, Colorado — La sentencia de cadena perpetua determinada por un dividido jurado contra James Holmes, causante de la masacre en una sala de cine, evita un sendero incierto hacia la pena de muerte en un estado que sólo ha ejecutado a un hombre en casi medio siglo.

Colorado rara vez ejecuta la pena capital. Sólo un hombre ha sido ejecutado desde 1967. Pero el asesinato de 12 indefensos asistentes al cine hace tres años fue tan horroroso que muchos observadores pronosticaron que la pena de muerte sería el único resultado posible.

Pero la pena capital requiere en Colorado de un veredicto unánime, y el jurado compuesto por nueve mujeres y tres hombres no logró ponerse de acuerdo el viernes en ninguno de los cargos que ameritarían la pena de muerte. Eso significa que Holmes recibirá automáticamente una sentencia de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional después de que sus víctimas sobrevivientes obtuvieron una oportunidad más de testificar ante la corte, en audiencias a realizarse del 24 al 26 de agosto.

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El 20 de julio de 2012, Holmes, vistiendo un chaleco antibalas y portando varias armas, disparó contra 400 personas desprevenidas durante un estreno de medianoche de la película "The Dark Knight Rises". Setenta personas resultaron heridas por bala o se lesionaron en su afán de escapar.

Los fiscales rechazaron una propuesta de la defensa para que su cliente se declarara culpable a cambio de no ser sentenciado a la pena capital, lo cual hubiera mantenido a Holmes tras las rejas por el resto de su vida, calificándolo como la personificación de la maldad y diciendo que la pena de muerte era la única respuesta apropiada.

El fiscal de distrito George Brauchler defendió el viernes esa decisión, declarando que "este tipo ingresó ahí con la intención en su corazón de convertirse en el asesino de masas número uno en la historia de este país, y él tenía los medios para hacerlo".

El veredicto evita un proceso de apelaciones que habría mantenido a Holmes ante la opinión pública durante décadas de audiencias y hubiera costado millones de dólares a los contribuyentes. Y no había garantía de que el otrora prometedor estudiante de neurociencias, ahora de 27 años, sería alguna vez ejecutado.

Al menos un sobreviviente buscó consuelo en el resultado.

"Ahora que no se llegó a la pena de muerte, no tenemos que pasar por todas las apelaciones", dijo Lonnie Phillips, cuya hijastra Jessica Ghawi, de 24 años, murió en el ataque. "Queremos que caiga en el olvido. Queremos que nunca sea visto nuevamente ni escuchar sobre él".

La ejecución más reciente en el estado ocurrió en 1997: Gary Lee Davis recibió una inyección letal por el secuestro, violación y muerte de una mujer.

Colorado sigue estando políticamente dividido sobre la pena de muerte. Legisladores estuvieron a un voto de abolir la pena capital en 2009.