Washington. Los senadores demócratas y republicanos en el Congreso estadounidense anunciaron el domingo un marco de acuerdo bipartidista en respuesta a los ataques con armas de fuego del mes pasado, un avance notable pero modesto que prevé restricciones moderadas a la adquisición de armas y reforzaría las acciones para mejorar la seguridad en las escuelas y los programas de salud mental.

La propuesta dista de incluir las medidas severas que el presidente Joe Biden y muchos demócratas han buscado desde hace tiempo. Aun así, Biden aprobó el acuerdo y su promulgación indicaría un importante vuelco después de años de masacres perpetradas con armas de fuego que se han traducido en pocas acciones y en un estancamiento en el Congreso.

Biden señaló en un comunicado que el marco de acuerdo “no cumple con todo lo que creo que se necesita, pero refleja pasos importantes en la dirección correcta, y sería la iniciativa más importante sobre seguridad de armas de fuego en ser aprobada por el Congreso en varias décadas”.

Debido al apoyo bipartidista, “no hay excusas para una demora ni razón por la que no pueda avanzar rápidamente en el Senado y la Cámara de Representantes”, agregó.

La cúpula legislativa confía en convertir rápidamente en ley cualquier acuerdo —esperan hacerlo este mes— antes de que se desvanezca el impulso político suscitado por las recientes masacres en Buffalo, Nueva York, y en Uvalde, Texas. Los legisladores participantes advirtieron que aún se deben completar los detalles finales y la redacción en términos legislativos, lo que implica posibles disputas y demoras.

En un acontecimiento trascendental, 20 senadores, entre ellos 10 republicanos, emitieron una declaración en la que piden la aprobación. Este aspecto podría ser crucial porque el principal obstáculo para decretar la medida quizá se encuentra en el Senado, dividido prácticamente por la mitad, donde se necesitarían al menos 10 votos republicanos para alcanzar el límite ordinario de 60 votos para conseguir la aprobación.

“Las familias tienen miedo, y es nuestro deber unirnos y concretar algo que contribuya a restaurar su sentido de seguridad y protección en sus comunidades”, dijeron los legisladores. El grupo, encabezado por los senadores demócratas Chris Murphy y Krysten Sinema, así como por los republicanos John Cornyn y Thom Tillis, concretaron el acuerdo después de dos semanas de conversaciones a puertas cerradas.

El acuerdo prevé que los antecedentes penales juveniles de compradores de armas menores de 21 años estén disponibles para verificación.

Los responsables de las matanzas de 10 personas en una tienda de comestibles en Buffalo, y de 19 estudiantes y dos maestras en una escuela primaria en Uvalde, tenían ambos 18 años, y muchos de los atacantes en masacres han sido jóvenes.

El acuerdo ofrecería fondos a los estados para promulgar e implementar leyes que faciliten el retiro temporal de armas de las personas que se consideren potencialmente violentas, así como fondos para reforzar los programas de seguridad escolar y de salud mental.

Algunas personas que venden armas de manera informal con fines de lucro estarían obligadas a sacar una licencia de distribuidor federal, lo que las obligaría a revisar los antecedentes de sus compradores. Las personas condenadas por violencia doméstica que no vivan con su expareja, como exnovios separados, tendrían prohibido comprar armas de fuego, y cualquier persona que compre legalmente un arma para alguien que no reúne los requisitos para poseerla incurriría en un delito.

Colaboradores legislativos dijeron que se destinarán miles de millones de dólares para aumentar el número de centros comunitarios de salud mental y programas para la prevención del suicidio. Sin embargo, señalaron que aún no se resuelven algunas decisiones sobre el gasto, así como tampoco la redacción definitiva sobre los antecedentes juveniles y otras disposiciones sobre las armas de fuego que podrían resultar polémicas.

Sin embargo, en una situación que resaltó las presiones políticas a causa de los tiroteos en Buffalo y Uvalde durante un año electoral, el deseo compartido de los partidos para mostrar una respuesta a esos incidentes dejaba entrever un fuerte impulso tendente a concretar una ley.

El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, describió el acuerdo como “un buen primer paso para poner fin a la persistente inacción frente a la epidemia de la violencia con armas de fuego”. Dijo que someterá la propuesta a votación lo más pronto posible.

La Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que se opone al control de armas y que se infrinja “el derecho fundamental de las personas a protegerse a sí mismas y a sus seres queridos”, aunque apoya que se refuerce la seguridad en las escuelas, la salud mental y las acciones de la policía.