El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony J. Blinken, reiteró el apoyo de ese país al ofrecimiento de Kenia para liderar una fuerza multinacional en Haití, ante el incremento de la violencia en ese país, que ha forzado la salida de muchas organizaciones no gubernamentales e incluso el cierre de embajadas como la del propio Estados Unidos.

“Estados Unidos elogia al Gobierno de Kenia por responder al llamamiento de Haití y por considerar servir como nación líder de una fuerza multinacional en Haití para ayudar a hacer frente a la inseguridad causada por la violencia de las pandillas. Estados Unidos espera trabajar con los socios de Haití para avanzar con éxito en este proceso, incluso a través de una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que autorice la presencia de una fuerza multinacional en Haití”, manifestó Blinken en declaraciones escritas. “Nuestro apoyo al pueblo de Haití sigue siendo inquebrantable”, añadió.

El Gobierno de Kenia anunció el sábado su disposición a liderar esa misión y desplegar 1,000 policías en el país caribeño, casi diez meses después de que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, pidiera la ayuda de una fuerza multinacional. Al pedido de Henry se ha unido el secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha visitado el país varias veces y ha podido corroborar el incremento en la violencia pandillera, tras el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, en el 2021.

La administración de Joe Biden se ha negado a liderar la fuerza nacional, aún cuando el jueves pasado una ciudadana estadounidense que laboraba como enfermera para una organización no gubernamental, fue secuestrada junto a su hija en ese país. Sin embargo, Blinken reiteró el apoyo de Estados Unidos a la misión y urgió al pueblo haitiano “Haití para que tomen medidas urgentes para ampliar el consenso político y restaurar el orden democrático, de conformidad con la Carta Democrática Interamericana. Reafirmamos nuestra gratitud a la Comunidad del Caribe (CARICOM), a su Grupo de Personas Eminentes, y a la Organización de Estados Americanos, a través de su Grupo de Trabajo sobre Haití presidido por Trinidad y Tobago, por su vital apoyo a estos esfuerzos”.

Seis años después del fin del mandato de la cuestionada Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah), la posible llegada de dicha fuerza, aunque esperada, genera inquietud en el país más empobrecido de la región, donde este tipo de misiones -10 en los últimos 30 años- siempre ha sido objeto de controversias.