Isaiah Henderson, el joven cuya madre murió protegiéndolo de los disparos lanzados por un hombre el pasado domingo en la discoteca Pulse de Orlando, no pudo contener las emociones y estalló en llanto durante el funeral de su progenitora.

Henderson, de 21 años, tuvo que despedir hoy a su adorada madre Brenda Lee Marquez McCool, de 49 años.

"Nunca pensé que su vida se terminaría justo en frente de mis ojos", dijo el joven en la ceremonia, según informó el periódico Orlando Sentinel.

Llorando, Henderson añadió: "Todo el mundo que conocía a mi madre sabía que ella era la madre que todo el mundo quisiera tener. Ella siempre aceptó a todo el mundo con los brazos abiertos. Ella amaba a todos por igual, sin importar qué".

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La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia First United Methodist, localizada en el centro de Orlando.

Márquez McCool, madre de 11 y sobreviviente de cáncer en dos ocasiones, fue una de las víctimas de la matanza que cobró la vida de 49 personas el domingo en esa discoteca.