Los Ángeles. El piloto de un dron que se estrelló contra un avión de bomberos, dejando un enorme agujero e inmovilizando la aeronave durante el mortífero incendio de Palisades en Los Ángeles, ha aceptado declararse culpable de un delito menor por operar un dron de forma insegura, según informaron el viernes las autoridades federales.

Peter Tripp Akemann evitará la cárcel con el acuerdo de culpabilidad que establece que tendrá que completar 150 horas de servicio comunitario relacionado con los incendios forestales y pagar 65,000 dólares en concepto de restitución por los daños causados al avión, dijo el fiscal federal en funciones Joseph McNally. El cargo de delito menor al que se enfrentaba Akemann podría haberle supuesto un año de prisión.

Compareció ante el tribunal el viernes y permanecerá fuera de la cárcel bajo supervisión judicial durante su caso. Las autoridades dicen que Akemann lanzó el dron desde lo alto de un aparcamiento en Santa Mónica el 9 de enero y lo voló más de 2 kilómetros hacia el incendio de Palisades antes de perderlo de vista. Luego chocó con el Super Scooper que transportaba a dos bomberos. Los aviones pueden recoger 6,000 litros de agua en cuestión de segundos.

El incendio provocado por el viento en la exclusiva zona de Pacific Palisades comenzó el 7 de enero, destruyendo o dañando cerca de 8,000 viviendas, negocios y otras estructuras y causando la muerte de al menos 12 personas. Debido al incendio, se prohibieron las operaciones de drones en la zona.

La conflagración fue alimentada por los vientos secos de Santa Ana y ha calcinado al menos 36 millas cuadradas.