San Francisco requiere vacunación para restaurantes y bares
El mandato es más estricto que el de la ciudad de Nueva York, que requiere solamente una dosis de la vacuna para quienes participen en actividades en interiores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Las personas que deseen cenar, beber o hacer ejercicios en interiores en San Francisco tendrán que demostrar que están plenamente vacunadas contra el coronavirus, al entrar en vigor el viernes en una de las restricciones más severas para los no vacunados en el país.
Los dueños de restaurantes y bares dijeron que han hablado con personas que reservaron mesas para recordarles del comienzo de la nueva regla y que planeaban tener personal adicional a la entrada para verificar las pruebas de vacunación y asegurarse que se corresponden con sus documentos de identificación.
“Hay decididamente cierta ansiedad sobre cómo va a funcionar”, dijo Pete Sittnick, codueño de los restaurantes Waterbar y EPIC Steak en la bahía.
Sittnick espera un proceso más lento a la entrada, posible rechazo de comensales que no están de acuerdo con el requerimiento y situaciones en las que alguien se presenta sin los documentos adecuados.
“Lo bueno es que, si alguien no tiene verificación de vacunación, puede cenar al aire libre. Existe esa opción y simplemente tenemos que estar preparados para diferentes situaciones”, dijo.
La alcaldesa London Breed anunció el requerimiento hace más de una semana, parte de los esfuerzos para frenar el aumento de casos de COVID-19; dijo que le preocupaba que la variante delta del virus, más contagiosa, pudiera obstaculizar la recuperación económica de la ciudad.
El mandato es más estricto que el de la ciudad de Nueva York, que requiere solamente una dosis de la vacuna para quienes participen en actividades en interiores, y el de Nueva Orleáns, que requiere prueba de vacunación o de negativo del virus.
Sigue a una serie de medidas severas para el coronavirus impuestas en San Francisco desde el comienzo de la pandemia. La ciudad y sus condados vecinos en el área de la bahía fueron los primeros en la nación en ordenar que los residentes se quedasen en casa para frenar la diseminación de virus y más recientemente requirió que todos los empleados municipales se vacunasen, sin la opción de pruebas regulares.