WASHINGTON. El ex líder de los Proud Boys y el fundador de los Oath Keepers han sido puestos en libertad después de que sus largas condenas por conspiración sediciosa en el ataque del 6 de enero en el Capitolio de EE.UU. fueron borradas por una orden del presidente Donald Trump, que beneficia a más de 1,500 acusados.

Enrique Tarrio y Stewart Rhodes fueron dos de los acusados de más alto perfil del 6 de enero y recibieron algunos de los castigos más duros en lo que se convirtió en la mayor investigación en la historia del Departamento de Justicia. Rhodes, de Granbury, Texas, cumplía una condena de 18 años de prisión, y Tarrio, de Miami, una de 22 años, tras ser declarados culpables de orquestar complots para impedir el traspaso pacífico del poder después de que Trump, republicano, perdiera las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden.

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Sus abogados confirmaron el martes a The Associated Press que habían sido liberados horas después de que Trump indultara, conmutara las penas u ordenara el sobreseimiento de los casos contra todas las más de 1,500 personas que fueron acusadas de delitos federales en la revuelta. La acción de Trump allanó el camino para la liberación de líderes de grupos extremistas condenados en importantes casos de conspiración, así como de personas que atacaron violentamente a agentes del orden que defendían el Capitolio.

Trump también ordenó al fiscal general que solicitara el sobreseimiento de unos 450 casos que aún estaban pendientes ante los jueces.

Trump hizo de la reescritura de la historia del ataque del 6 de enero una pieza central de su intento de regresar a la Casa Blanca, y el indulto a los alborotadores cumple una promesa de campaña de liberar a acusados que, según él, fueron perseguidos políticamente por el Departamento de Justicia.

Trump dijo que los indultos pondrán fin a " una grave injusticia nacional que se ha perpetrado contra el pueblo estadounidense en los últimos cuatro años" e iniciarán “un proceso de reconciliación nacional”.

Trump había sugerido en las semanas previas a su regreso a la Casa Blanca que, en lugar de indultos generales, estudiaría caso por caso a los acusados del 6 de enero. El vicepresidente JD Vance dijo hace apenas unos días que los responsables de la violencia durante los disturbios del Capitolio " obviamente" no deberían ser indultados.

Más de 1,200 personas en todo Estados Unidos fueron condenadas por delitos relacionados con el 6 de enero en los últimos cuatro años, incluidas unas 200 personas que se declararon culpables de agredir a las fuerzas del orden. Más de una docena de acusados fueron condenados por conspiración sediciosa, un cargo poco frecuente en la época de la Guerra Civil y el más grave de los imputados en el atentado del 6 de enero.

Tarrio, que dirigió el grupo neofacista Proud Boys cuando se convirtió en una fuerza en los círculos republicanos dominantes, fue condenado en 2023 por conspiración sediciosa y otros delitos tras un juicio que duró un mes por las acusaciones de que orquestó la violencia para anular la victoria de Biden sobre Trump en 2020.

Tarrio no estaba en Washington el 6 de enero, porque había sido arrestado dos días antes en un caso separado y se le ordenó salir de la capital. Pero los fiscales dijeron que organizó y dirigió el ataque de los Proud Boys que asaltaron el Capitolio ese día.

Rhodes fue condenado en un juicio separado junto a miembros de su grupo miliciano de extrema derecha que, según los fiscales, pretendían mantener a Trump en el poder a toda costa. A lo largo de siete semanas de testimonios, los miembros del jurado escucharon cómo Rhodes animaba a sus seguidores a luchar para defender a Trump, hablaba de la perspectiva de una " sangrienta" guerra civil y advertía de que los Oath Keepers podrían tener que “alzarse en insurrección” para derrotar a Biden si Trump no actuaba.