Un sacerdote nombrado hace poco por el papa Francisco para ser obispo de una diócesis en Minnesota renunció antes de asumir el cargo luego que surgiera una acusación de abuso sexual contra un menor de edad.

Sin ofrecer detalles, el Vaticano anunció el lunes que Francisco aceptó la renuncia del obispo electo Michel Mulloy, quien recibió el nombramiento del papa mismo en junio para dirigir la diócesis de Duluth. Estaba programado que Mulloy recibiría el rango de obispo en una ceremonia el 1 de octubre en Duluth.

Al momento de su designación, Mulloy fungía como administrador diocesano en la diócesis de Rapid City, Dakota del Sur, cuyas autoridades revelaron que recibieron la acusación el mes pasado.

En bastante inusual que un sacerdote sea elegido por el papa para convertirse en obispo, y que posteriormente renuncie antes de que ocurra. Pero los acontecimientos sirven para subrayar la determinación del pontífice, manifiesta muchas veces, de tomar medidas enérgicas contra sacerdotes depredadores así como insistir que toda acusación de abuso sexual será investigada de inmediato.

La diócesis de Rapid City señaló que el obispo Peter Muhich informó a las autoridades sobre los acontecimientos y que a Mulloy “se le ordenó abstenerse de tomar parte en el clero”.

“La diócesis luego ordenó una investigación independiente para determinar si la acusación justificaba una pesquisa más profunda bajo el derecho Canónico″, detalló la diócesis de Rapid City en un comunicado. Agregó que tal fase reveló que “la acusación cumplía con las normas para una mayor investigación y conclusión y la Santa Sede fue informada” por Muhich.

La diócesis de Rapid City afirmó que Mulloy recibió un resumen de la acusación específica y presentó su renuncia como obispo electo por el papa.