Resentencian hermanos condenados por el asesinato de sus padres y su hermano en 1995
Tras modificaciones en las penas de cadena perpetua en casos de menores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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EASTON, Pensilvania. Dos hermanos de Pensilvania condenados a cadena perpetua por los asesinatos de sus padres y su hermano menor hace casi tres décadas, han sido resentenciados a penas que podrían ofrecerles una oportunidad de obtener la libertad condicional.
Un juez del condado de Lehigh condenó el miércoles a Bryan Freeman, de 46 años, y a David Freeman, de 45, a penas de entre 60 años y cadena perpetua. Ambos han pasado casi tres décadas en prisión por sus condenas por asesinato y tendrían más de 70 años antes de poder optar a la libertad condicional.
Bryan Freeman lloró mientras expresaba su remordimiento y asumía la responsabilidad por lo que calificó de “crimen terrible”, informó The (Allentown) Morning Call. “Todo el mundo merece vivir una vida segura y feliz, sin violencia ni dolor, y yo se lo arrebaté a mi familia y a mi comunidad. ... Daría cualquier cosa por recuperar a mi familia y eliminar todo el trauma”, declaró.
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También dijo que su fe religiosa le hizo creer que “podría volver a ver a mi familia y pedirles perdón”. El abogado de David Freeman, Matthew Rapa, argumentó que su cliente actuó bajo las órdenes de su hermano.
Bryan y David tenían 17 y 16 años, respectivamente, y las autoridades dijeron que estaban afiliados a un movimiento supremacista blanco de cabezas rapadas en el momento de los asesinatos en febrero de 1995 de Dennis y Brenda Freeman y Erik Freeman, de 11 años, en Salisbury Township. Ellos y un cómplice huyeron a Michigan, donde fueron capturados tres días después.
Una reciente sentencia del Tribunal Supremo de EE.UU. que prohíbe la cadena perpetua sin libertad condicional para menores ha dado lugar a nuevas vistas para dictar sentencia en estos casos.
El Morning Call informó que una psiquiatra de la defensa testificó sobre circunstancias problemáticas durante su educación que, según ella, contribuyeron a que tuvieran problemas con la bebida y las drogas. Otro psiquiatra llamado por los fiscales, sin embargo, dijo que parte del lenguaje utilizado por los hermanos durante sus evaluaciones parecía diseñado para minimizar su culpabilidad.