Fort Lauderdale. El fiscal que busca condenar a muerte al autor de un tiroteo perpetrado en una escuela secundaria de Florida, Nikolas Cruz, dejó que los hechos hablaran por sí mismos mientras presentaba su caso: relatos aterradores de testigos; declaraciones desgarradoras de padres y cónyuges; videos de vigilancia escalofriantes; horripilantes fotos de la autopsia y de la escena del crimen y, además, el recorrido del jurado del jueves por el edificio de tres pisos donde ocurrió, con manchas de sangre y tarjetas del Día de San Valentín todavía pegadas al suelo.

El fiscal Mike Satz luego concluyó sus argumentos en el caso contra el acusado que asesinó a 14 estudiantes y tres miembros del personal en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland el 14 de febrero de 2018.

Los abogados de Cruz objetaron repetidamente, afirmando que el caso de Satz iba más allá de lo legalmente permitido o necesario y estaba dirigido principalmente a inflamar las emociones de los miembros del jurado, objeciones que fueron denegadas por la jueza de circuito Elizabeth Scherer.

Nunca hubo ninguna duda de que Satz podría demostrar que los asesinatos fueron “fríos, calculados y premeditados”, que las acciones de Cruz fueron “atroces o crueles” y que “crearon un gran riesgo para muchas personas” y otras cuatro circunstancias agravantes enumeradas en la ley de Florida que le hacen merecedor de una posible sentencia de muerte. Pero Satz también tuvo que darles importancia ya que, en opinión unánime de los miembros del jurado, deben “pesar más” que los factores atenuantes que la defensa presentará próximamente.

“No creí que hubiera sorpresas, pero ¿qué sorpresas podría haber?”, dijo Bob Jarvis, profesor de derecho de la Nova Southeastern University en los suburbios de Fort Lauderdale. “Los miembros del jurado sabían al entrar lo que Cruz había hecho. ... La pregunta que me rondaba por la cabeza era: ‘¿Fue demasiado?’”.

“Hizo un trabajo fantástico”, comentó David S. Weinstein, un abogado de defensa criminal de Miami y exfiscal. “Ha construido un caso que creo que ha dado al jurado más que suficiente para encontrar estos factores agravantes y no fue exagerado en absoluto”.

Después de un receso de una semana, las partes pasarán una semana sin el jurado discutiendo ante el juez Scherer sobre las pruebas que la defensa de Cruz puede presentar sobre cómo el consumo de alcohol y drogas de su madre biológica durante el embarazo afectó a su cerebro y si los defectos se pueden ver en las exploraciones.