Republicanos lanzan nueva propuesta para reforma de salud
Senadores republicanos escépticos sobre la propuesta expresaron dudas de que se realizará la votación esta semana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Los senadores republicanos divulgaron el lunes una versión ligeramente modificada de la propuesta para reformar el sistema de salud de Estados Unidos, incluyendo la aplicación de multas para quienes dejen expirar su cobertura médica.
Bajo la nueva propuesta, las personas que hayan estado sin seguro médico por al menos 63 días en el año transcurrido y que deseen comprar una póliza tendrían que esperar seis meses antes de que la póliza entre en vigor.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, había divulgado su propuesta inicial la semana pasada, sin penalidad alguna para quienes tengan expirada su cobertura médica.
La penalidad busca animar a la gente saludable, que de otra forma no compraría un seguro médico, a hacerlo. Eso ayuda a las compañías aseguradoras a pagar los gastos de los clientes más enfermos, cuya atención médica es más costosa.
McConnell alberga esperanzas de tener aprobada la medida para esta semana, pero algunos republicanos no están de acuerdo con el proyecto.
Senadores republicanos escépticos sobre la propuesta expresaron dudas de que se realizará la votación esta semana, mientras esperan el análisis de la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso.
Haciendo un último esfuerzo para cumplir con una importante promesa de campaña, el presidente Donald Trump insistió que los republicanos no están "tan lejos" de alcanzar un acuerdo y dio señales de que se vienen cambios de último minuto para ganar votos.
"Tenemos un muy buen plan", dijo el presidente en una entrevista transmitida el domingo. En referencia a los senadores republicanos que se oponen a la medida, agregó: "Ellos quieren algunas concesiones, creo que recibirán algunas concesiones”.
Hasta ahora, cinco senadores republicanos han expresado públicamente su oposición al plan para revocar gran parte de la ley de cuidado de salud promulgada por el expresidente Barack Obama. Eso es más que suficiente para socavar la medida creada en privado por McConnell y propinarle una amarga derrota al presidente.
Los senadores republicanos opositores han indicado que están dispuestos a negociar, pero muchos de ellos quieren cambios que a su vez podrían alienar a los republicanos moderados.
La senadora Susan Collins, republicana por Maine, dijo que ella y entre seis y siete senadores más estaban desalentados con cláusulas de la propuesta que, según ella, recortarían Medicaid para los pobres aun más que la versión de la cámara baja. Collins, quien también se opone a recortes a Planned Parenthood, dijo que estaba esperando el análisis de la oficina de asuntos presupuestario, una agencia apolítica conocida por sus siglas CBO.
Pero aun así Collins dijo que será "extremadamente difícil" de que la Casa Blanca halle una fórmula que atraiga a conservadores y moderados.
Se prevé que el informe de la CBO, que incluirá el costo estimado y un análisis sobre la cantidad de gente que probablemente cubra el plan, sea divulgado tan pronto como el lunes.