Un reportero del tiempo de las afueras de Atlanta interrumpió el viernes su reportaje en directo sobre el huracán Helene, para rescatar a una mujer de un vehículo varado por la crecida de las aguas.

De pie bajo la lluvia y con el vehículo sumergido a sus espaldas, Bob Van Dillen, reportero de Fox, describió cómo la mujer se adentró en una zona inundada.

En las imágenes, dice que llamó al 911 y se oye a la mujer gritar mientras él intenta asegurarle que la ayuda estaba en camino.

Entonces, dijo a la cámara: “Es una situación. Te llamaremos dentro de un rato. Voy a ver si puedo ayudar un poco más a esta señora”.

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Las imágenes muestran a Van Dillen vadeando el agua con la mujer a su espalda.

Más tarde, en una entrevista con Fox dijo que dejó todo para ayudar.

“Saqué la cartera de los pantalones, me metí, vadeé y llegué hasta el pecho”, dijo Van Dillen. “Ella estaba allí, todavía estaba con el cinturón de seguridad puesto en su auto y el agua estaba subiendo y metiéndose en el auto, así que estaba casi sumergida hasta el cuello en su propio vehículo”.

Subramaniam Vincent, director de periodismo y ética de los medios de comunicación del Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara, dijo que éste era un ejemplo de cómo el papel de un reportero se cruza con la responsabilidad humana.

Está claro que, aunque tenía la obligación profesional de informar, “también hay alguien cuya vida está en peligro potencial”, dijo Vincent. “Así que creo que la llamada que hizo es una llamada humana”.

Teniendo en cuenta la subida de las aguas y los gritos de socorro de la mujer, además de no saber cuándo llegaría la ayuda, “es un caso directo de intervención: un conciudadano ayuda a otro”.