Adam Rapoport, el editor en jefe de la revista Bon Appétit, renunció la noche del lunes luego que se difundiera una foto junto a su esposa, Simone Shubuck, en la que aparecen disfrazados con un atuendo que resalta estereotipos despectivos de los puertorriqueños, un acto considerado racista.

De acuerdo a varios medios estadounidenses, como The Washington Post, tras la difusión de la imagen –así como las denuncias de una editora que indicó que a las personas que no eran blancas no les pagaban por sus apariciones en videos– comenzaron a llamar empleados y colaboradores pidiendo la renuncia de Rapoport.

“#TBT me and my papi @rapo4 #boricua”, decía el calce de la imagen publicada originalmente en Instagram con fecha del 31 de octubre de 2013.

La foto, que fue eliminada posteriormente de la cuenta de Shubuck, muestra a la pareja vestidos con ropa deportiva. Él lleva una gorra, una camisa de los Yankees abierta y muestra una camisilla blanca de la que pende una cadena. Ella vestía una camisa sin mangas blanca, unas pantallas grandes y una cadena.

"Renuncio como editor en jefe de Bon Appétit para reflexionar sobre el trabajo que debo hacer como ser humano y para permitir que Bon Appétit llegue a un lugar mejor. Desde mi disfraz de Halloween extremadamente mal concebido hace 16 años hasta mis puntos ciegos como editor, no he defendido una visión inclusiva", escribió en una publicación de Instagram que consta de varias imágenes con sus declaraciones.

Además, el también exeditor de GQ Magazine se disculpó por sus "fallas", aseguró que los empleados de Bon Appétit "merecía algo mejor" y que "ha estado trabajando duro para evolucionar la marca en una dirección positiva y más diversa".

La imagen surge en medio de las multitudinarias manifestaciones que se han suscitado en Estados Unidos exigiendo justicia social para las minorías raciales.

Sin embargo, las quejas contra Rapoport no comenzaron con la foto sino el sábado, cuando la escritora boricua Illyanna Maisonet publicó unos mensajes que intercambió con el renunciante editor sobre una historia de comida puertorriqueña en Humacao que le rechazaron.

Rapoport le contestó que los lectores de Bon Appétit esperaban que las historias reflejaran “lo que está sucediendo” en este momento “en el mundo de los alimentos”.

Los cibernautas acusaron a Rapoport de no incluir voces diversas en su revista y de tener un tono condescendiente hacia la boricua en su intercambio de mensajería.

Posteriormente, The Washington Post indicó que aceptaron la historia de Maisonet y que será publicada próximamente.

De ese enojo, al parecer, fue que usuarios de Twitter sacaron a la luz nuevamente la foto de Rapoport disfrazado como boricua.

“No sé por qué Adam Rapoport simplemente no escribe él mismo sobre la comida puertorriqueña para @bonappetit”, lee el texto con el que se republicó la foto de la pareja.

En horas de la tarde del lunes, Sohla El-Waylly, editora de la revista y una de las protagonistas del canal de Bon Appétit en YouTube, le pidió a su jefe que renunciara.

Asimismo, denunció que la revista solo les pagaba a las personas blancas que aparecía en los videos.

“Me empujaron frente al video como muestra de diversidad. En realidad, solo a los editores blancos les pagan por sus apariciones en video. Ninguna de las personas de color fue compensada”, lee una de sus historias en su cuenta de Instagram.

Por su parte, el director de investigación de Bon Appétit, Joseph Hernández, también se expresó sobre lo sucedido en redes sociales.

“Es probable que esté cortejando una reprimenda interna, pero estoy horrorizado e insultado por la decisión del EIC de adoptar la cara marrón en la foto que circula. He pasado mi carrera celebrando las voces de los negros, latinos, indígenas, asiáticos y POC en la comida, y esto se siente como un borrón de ese trabajo”, escribió.

De acuerdo al New York Times, la empresa convocó dos reuniones virtuales con los empleados para hablar sobre la polémica fotografía y los problemas raciales de la publicación. En una de las secciones, reportaron, Rapoport se disculpó antes de colgar.

Además, informaron que las editoras Molly Baz y Carla Lalli Music se comprometieron a no aparecer más en los videos de Bon Appétit hasta que las personas de color reciban una compensación justa.