Surfside. Más restos humanos emergieron el miércoles de los escombros de la torre de apartamentos que se derrumbó en Florida, pero esta vez entre los muertos estaban las primeras niñas, de 4 y 10 años de edad.

La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, hizo el anuncio casi una semana después de que el inmueble se derrumbara. Después de algunos comentarios preliminares en una conferencia de prensa, respiró profundamente para tomar fuerza y volteó a ver sus notas. Con la voz entrecortada dijo que la revelación iba acompañada de “gran pena, verdadero dolor”.

“Cualquier vida perdida, sobre todo dada la naturaleza inesperada y sin precedentes de este acontecimiento, es una tragedia”, comentó. Pero la pérdida de niños fue una carga incluso mayor.

Relacionadas

La policía de Miami-Dade identificó después a las niñas como Lucía Guara, de 10 años, y Emma Guara, de 4. Los restos de su padre, Marcus Guara, de 52 años, fueron sacados de los escombros el sábado e identificados el lunes. Las niñas y su madre, Anaely Rodríguez, de 42 años, fueron recuperadas el miércoles.

Los rescatistas sacaron el miércoles seis cadáveres más entre los escombros, con lo que el total de fallecidos confirmados subió a 18. Es la cifra más alta de cuerpos recuperados en un solo día desde que el edificio se vino abajo el jueves pasado. El número de habitantes del condominio cuyo paradero se desconoce es ahora de 145.

Horas antes, los equipos de búsqueda construyeron una rampa que permitiría el uso de maquinaria pesada, lo que podría acelerar la remoción de concreto que “podría dar lugar a esas noticias increíblemente buenas”, dijo el miércoles el jefe de bomberos estatal Jimmy Patronis.

Desde el súbito derrumbe de la Champlain Towers South de 12 pisos en Surfside, los rescatistas han estado trabajando para retirar capas de concreto sin alterar la inestable pila de escombros.

El subjefe de bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, informó a los familiares el miércoles que una rampa construida sobre la pila durante la noche permitió que los socorristas usaran una grúa en secciones a las que previamente no tenían acceso, y que eso mejora las probabilidades de encontrar nuevos huecos en la búsqueda de sobrevivientes.

“Esperamos comenzar a ver algunas mejoras significativas en cuanto a la posibilidad de (encontrar) cualquier hueco que no podemos ver”, dijo Jadallah.

Patronis le dijo a The Associated Press que la rampa permitirá que maquinaria pesada llegue más cerca de áreas de donde deben retirarse los escombros. El nuevo equipo incluye una cortadora de demolición, una enorme máquina que tiene una herramienta similar a una tijera al final de un largo brazo para cortar concreto y acero.

A los funcionarios les preocupaba que un estacionamiento subterráneo pudiera derrumbarse bajo el peso de maquinaria pesada, así que decidieron construir la rampa de piedra caliza, comentó Patronis. Agregó que se utilizan perros para revisar si hay sobrevivientes en el área en donde trabaja la maquinaria y luego se envía la cortadora de demolición.

“Así que realmente puedes hacer avances serios y rápidos debido a la fuerza hidráulica que este equipo puede ejercer en comparación con un ser humano con herramientas manuales”, dijo Patronis.

La causa del derrumbe todavía está siendo investigada. Un informe de ingeniería de 2018 halló que el área junto a la piscina en la planta baja del edificio estaba sobre una losa de concreto que tenía “serio daño estructural” y necesitaba extensas reparaciones. El informe también encontró “agrietamiento abundante” en columnas de concreto, travesaños y muros en el estacionamiento.

Apenas dos meses antes de que se derrumbara el inmueble, el presidente de la junta de condóminos escribió una carta a los residentes en la que informaba que los problemas estructurales identificados en la inspección de 2018 “han empeorado significativamente” y que las reparaciones costarían al menos 15.5 millones de dólares. Mientras la evaluación del presupuesto para la obra todavía estaba pendiente, el edificio súbitamente se vino abajo.