Reabrir sin un sistema de pruebas efectivo “es peligroso e irresponsable”
Muchos estados en Estados Unidos no alcanzan el estándar de pruebas necesarios para tomar decisiones en medio de la pandemia del coronavirus.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Tallahassee, Florida. A medida que los estados comienzan a relajar sus medidas de encierro, la mayoría no alcanza los niveles de pruebas de coronavirus sugeridos por el gobierno federal y recomendados por una serie de expertos de salud pública, revela un análisis de la Associated Press.
A los tres meses del comienzo de una emergencia de salud sin precedentes, la Casa Blanca se ha resistido elaborar un plan coordinado para realizar los millones de pruebas que los expertos dicen son necesarios para contener el virus. Los que las autoridades generales delinearon recientemente no son siquiera una guía oficial y el análisis de la AP encontró que la mayoría de los estados no los están cumpliendo.
Sin directrices específicas, los estados no tienen otra opción que determinar cuál sería un programa eficaz al tiempo que tratan de reabrir sus vapuleadas economías. Si los estados no tienen un sistema de pruebas efectivo, los expertos de salud dicen que no podrán detectar brotes con suficiente rapidez para contenerlos, lo que pudiera llevar a más cierres.
“Es peligroso e irresponsable", dijo Lawrence Gostin, un especialista de salud pública en la Universidad de Georgetown.
En muchos estados, las pruebas se han visto limitadas a pacientes hospitalizados, individuos en alto riesgo y trabajadores en la primera línea de fuego contra la pandemia. Pero la mayoría de los expertos concuerdan con que contener el virus requerirá una enorme expansión de las pruebas que incluya a millones de pacientes asintomáticos, algo que no está sucediendo ahora.
Un plan de pruebas dado a conocer el lunes por el gobierno del presidente Donald Trump careció de métricas que las autoridades federales pudieran usar para tomar decisiones informadas. En lugar de ello, el documento dejó claro que los estados son responsables de realizar las pruebas, mientras que el gobierno federal es el “abastecedor de último recurso”.
Lo más cerca que ha estado la Casa Blanca de emitir un estándar no aparece en el documento. En una sesión informativa reciente, funcionarios del gobierno dijeron que el gobierno le proveerá a cada estado suficientes equipos de pruebas para examinar al menos a 2.6% de sus poblaciones en mayo y junio. Aquellos afectados más severamente por el brote serían elegibles para más asistencia.
No estaba claro cómo se llegó a la cifra de 2.6%. Cuando se les preguntó sobre ello, funcionarios del Departamento de Salud dijeron que era 2% de la población de un estado por mes, sin explicar la discrepancia. Tampoco respondieron a preguntas de si el gobierno tiene un objetivo de cuántas pruebas deben realizarse diariamente a nivel nacional ni cuándo se conocerían más detalles.
Apenas 40% de los estados cumplen actualmente incluso el objetivo de 2%, de acuerdo con el análisis de la AP. Se espera que ese porcentaje aumente a medida que los estados mejoren sus capacidades de pruebas. La AP basó su tasa mensual de pruebas por cada estado en el promedio diario de nuevas pruebas en los 7 días más recientes. Los datos provienen del COVID Tracking Project e incluyen conteos hasta el 30 de abril.