Nueva York. Cientos de manifestantes bloquearon este viernes la céntrica estación Grand Central de Nueva York, en Estados Unidos, para protestar contra los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza y pedir un alto al fuego.

Las autoridades de la ciudad se vieron obligadas a restringir el acceso al edificio y solo permtieron la entrada de pasajeros con billete, según medios locales.

En un mensaje en X (antes Twitter), el grupo Jewish Voice for Peace, que se define como la mayor organización progresista judía antisionista del mundo, dijo que “miles de judios y aliados” estaban organizando una sentada en la estación y que iban a tomar el vestíbulo principal.

“Nos negamos a permitir que se lleve a cabo un genocidio en nuestro nombre”, dijeron los organizadores, que publicaron fotos que muestran a una gran cantidad de personas en el vestíbulo principal de Grand Central vistiendo camisetas con mensajes como “alto el fuego ahora” o “no en nuestro nombre”.

La protesta comenzó después de las seis de la tarde, hora local. En videos publicados en redes sociales se puede ver cómo la policía entra en el edificio poco después para desalojar a los manifestantes.

Este viernes, la Asamblea General de la ONU, con sede en Nueva York, aprobó por una abrumadora mayoría una resolución que pide “el cese de hostilidades” en Gaza, la primera que adopta un organismo de Naciones Unidas tras cuatro intentos fallidos del Consejo de Seguridad.

La iniciativa solo tuvo votos en contra de Israel, EE.UU. y aliados como Paraguay, Guatemala y algunos estados del Pacífico; incluso el Reino Unido, que ha mostrado una coincidencia casi total con Washington en esta crisis, optó por abstenerse.

Hoy mismo Israel anunció que va a ampliar la intensidad de sus operaciones terrestres contra el grupo islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza, donde viven 2 millones de personas, y que se ha quedado completamente incomunicada como consecuencia de los fuertes bombardeos de las últimas horas.

El número de víctimas por los ataques israelíes asciende a 7,326 muertos y 18,967 heridos, informó este viernes el Ministerio de Sanidad gazatí, en represalia por los ataques sorpresa del brazo armado de Hamás del pasado día 7, en los que murieron más de 1,400 personas y más de dos centenares fueron secuestradas.