Primer abogado indocumentado de California ve más cerca sueño de gobernador
Este mexicano de 38 años, siente que "como mexicano que ha sufrido tanto en carne propia" tendría una interesante visión para gobernar a un estado que actualmente tiene un 39 % de población hispana.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Los Ángeles.- Sergio García, que hizo historia al ser el primer indocumentado en poder ejercer como abogado en California y que recientemente obtuvo su permiso de residencia, se siente ahora un poco más cerca de alcanzar su sueño de gobernar al Estado Dorado.
Este mexicano de 38 años, quien esperó casi 21 años para obtener la "green card", siente que "como mexicano que ha sufrido tanto en carne propia" tendría una interesante visión para gobernar a un estado que actualmente tiene un 39 % de población hispana.
"Si me queda por lograr algún sueño importante, sería el ser gobernador de California", destacó García en entrevista con Efe, al afirmar que sigue acariciando tan alta meta.
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Por ello, no duda que apenas cumpla el tiempo y los requisitos necesarios solicitará la ciudadanía estadounidense, allanando el camino hacia su sueño.
Por su experiencia personal como inmigrante indocumentado que logró superarse través de la educación, García considera que todo su esfuerzo y el sufrimiento que le ha tocado enfrentar representan una importante ventaja competitiva.
"Estaría en una posición definitivamente muy buena para ayudar a toda nuestra gente, que lo único que busca es una mejor vida", argumentó.
No sólo por su origen mexicano sino por los ataques que recibió cuando libró su lucha como indocumentado, el jurista valora mucho el trabajo de todos los inmigrantes.
"Es muy importante su trabajo, como el de las personas que están en el campo o de aquellos que cuidan a nuestros hijos o de otros trabajos de servicio, que no pagan bien pero tienen mucha responsabilidad", aseguró.
Por ello, considera que California debe ser gobernado por alguien que tenga la vivencia inmigrante y sepa las dificultades por las que pasan o han pasado las personas de otros países que han llegado al estado, con o sin documentos.
Además, su experiencia personal le ha enseñado que tanto las leyes como los resultados de su aplicación en la vida de las personas hay que saberlos utilizar para mejorar.
Ese fue el caso de la ley SB 1159, que permitirá que a partir de enero de 2016 "todos los que han estudiado para trabajar" en California puedan obtener una licencia profesional, independientemente de su estatus migratorio.
Luego de luchar durante cuatro años para obtener la licencia que le permitió ejercer como abogado, y tras un año de experiencia, le escribió una carta al gobernador, Jerry Brown, en apoyo a la ley que en su momento había presentado el senador Ricardo Lara.
"En la carta le dije al gobernador que yo quería ser como su 'bola mágica de cristal' para ver el futuro y le enumeré lo que había hecho yo en un año como abogado", recordó.
En esa misiva, García le contó sobre la fundación que lleva su nombre y que ayuda con becas a alumnos de preparatoria para que estudien en la universidad y le relacionó los fondos obtenidos.
También le mencionó "que he pagado mucho más dinero en impuestos, he dado trabajo a otras personas y le manifesté que eso mismo lo podrían hacer por California otros profesionales indocumentados si se les permitiera ejercer".
"No sé si eso tuvo que ver para que firmara la ley, pero gracias a Dios la firmó", y ahora otros profesionales se podrán "realizar como lo he hecho yo, sin importar si tienen o no tienen papeles".
Y aunque actualmente hay otras metas inmediatas como ampliar su red de oficinas, consolidar su fundación y desarrollar un programa de televisión en el que es presentador, el sueño de gobernar el estado sigue firme.
Y quizá lo mencione este sábado en Los Ángeles, en un discurso al que ha sido invitado para celebrar la graduación de la clase 2015 de la Asociación de Estudiantes Latinos de Leyes La Raza, de la Universidad de California Los Ángeles.
Mientras tanto, el mensaje para los jóvenes de California es claro: "Uno tiene que seguir adelante, porque no sabe en qué momento van a cambiar las leyes y a mejorar las oportunidades".