Nueva York. ¿A qué se debe que el brote de coronavirus se haya agravado tanto en el estado de Nueva York?

Probablemente a una combinación de diversos factores, entre ellos su tamaño, su enorme población y su popularidad internacional.

Nueva York acumulaba hasta ayer alrededor de la mitad de las infecciones en Estados Unidos. Las autoridades federales aseguran que el número de personas contagiadas en el estado es entre cuatro y cinco veces mayor a otras partes del país.

“El problema que tenemos es 10 veces más grande al del estado que nos siga” en número de casos, dijo ayer el gobernador Andrew Cuomo en conferencia de prensa.

Relacionadas

“Impresiona de verdad al pensar en ello”, agregó.

Los científicos prevén que la cifra de nuevos contagios, hospitalizaciones y fallecimientos en el área de Nueva York aumentará en las próximas semanas. Sin embargo, también consideran que el distanciamiento social y el mantenerse en casa están contribuyendo a reducir el ritmo de la propagación. Quizá esto no se note de inmediato porque las personas infectadas tardan algunos días en desarrollar los síntomas.

Es un poco como en la astronomía, “cuando la luz que se ve de una estrella está llegando desde el pasado”, dijo Troy Tassier, economista de la Universidad de Fordham.

Los expertos en salud pública hacen notar que la dimensión y la densidad de la urbe más grande de la nación es un factor probable para que tenga un gran número de casos de coronavirus. Cuomo subrayó que viajeros de todo el mundo llegan a Nueva York, incluyendo de países donde los brotes aparecieron antes, como China e Italia.

“No tengo duda de que el virus estaba aquí desde mucho antes que en cualquier otro estado, porque esas personas llegaron aquí primero”, afirmó. (Si eso es verdad, nadie lo advirtió: El estado de Washington registró el primer caso en Estados Unidos, semanas antes del detectado en Nueva York).

Hay quienes también destacan la gran campaña del estado para efectuar pruebas: más de 12,000 tan sólo el lunes, según cifras difundidas el miércoles por la oficina del gobernador.

La doctora Deborah Birx, que está coordinando la reacción federal contra el coronavirus, dejó entrever el martes que parte de la causa “es la propagación que quizá se dio en superficies metálicas, como en el metro y la gente que viajó en el metro”.

Cualquiera que sea la causa, la dimensión del problema en Nueva York es impresionante.

Si el estado fuera un país sería quinto en número de contagios después de China, Italia, España y Alemania, y en un empate aproximado con el resto de Estados Unidos.

El estado acumula más de 30,000 casos y casi 300 muertes, la mayoría en la ciudad de Nueva York. Alemania, cuya población cuadruplica la del estado de Nueva York, tiene poco más de 37,000 infectados y más de 200 fallecidos.

Aubree Gordon, profesor asociado en la escuela de salud pública de la Universidad de Michigan, aseguró que las restricciones a los habitantes sí darán resultados, a la larga.

“A partir de la fecha de implantación de una medida, tienen que pasar al menos algunas semanas para que veamos un impacto en el número de nuevos casos diarios”, señaló Gordon.

Sin embargo, indicó que Nueva York habría tenido una cifra mucho menor de infecciones si hubiera actuado antes.

Las autoridades federales tienen más culpa que las autoridades locales de Nueva York, dijo el doctor Brian Strom, investigador de enfermedades y rector de Rutgers Biomedical y Health Sciences, perteneciente a la Universidad Rutgers.

Strom aludió a los mensajes contradictorios que las distintas autoridades federales emitieron sobre qué tan grave era la enfermedad, sin mencionar otros problemas como las demoras en las pruebas para detectar el virus. Ante esa situación las autoridades locales adoptaron sus propias medidas, “y desafortunadamente fueron tardías y socavadas” por los mensajes federales, agregó.

Quizá sea difícil incentivar a las autoridades y al público a que adopten grandes medidas contra una enfermedad antes de que el problema adquiera niveles amenazantes, dijo el doctor Mark Dworkin, que imparte clases sobre investigaciones de brotes en la Universidad de Illinois en Chicago.

“Es muy difícil hacer que la gente crea o confíe en eso cuando los hospitales no están saturados y hay muy pocos casos”, señaló. “Se enfrenta muchísima dificultad para concretar algo desde antes. Se enfrentan muchas barreras para hacer algo de manera óptima”.

Las personas que se sientan ansiosas por el coronavirus COVID-19, pueden llamar a la Línea PAS de ASSMCA al 1-800-981-0023. Los que presenten síntomas pueden contactar al Departamento de Salud al 787-999-6202.