El excongresista demócrata Beto O’Rourke interrumpió este miércoles la rueda de prensa del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, tras el tiroteo que cobró la vida de 19 niños y dos profesoras.

Abbott ofrecía detalles en su comparecencia sobre el presunto autor del tiroteo y daba el relevo en la conferencia de prensa a su segundo en la gobernación, Dan Patrick, cuando O’Rourke se acercó vociferando al estrado desde el que hablaban.

“Esto es completamente predecible”, gritó O’Rourke, que actualmente es candidato a la Gobernación de Texas y que en el pasado se postuló a la nominación demócrata para la presidencia de Estados Unidos.

Acto seguido, Abbott afirmó que los estadounidenses tienen la responsabilidad de centrarse no solo en sí mismos y sus agendas personales, sino en cerrar las cicatrices y ofrecer esperanza a los que han sufrido por la pérdida de vidas en el tiroteo.

Una vez fuera, Beto O’Rourke lamentó ante los medios de comunicación que “nunca sea el momento adecuado” para actuar sobre el control de armas, pero insistió en que precisamente ahora, tras esta masacre, es “el único momento para llamar a la acción” y tratar de prevenir que algo así vuelva a suceder.

El candidato se mostró convencido de que hay una “mayoría” en Texas que opina lo mismo que él. independientemente del partido por el que vote y que quiere hacer “lo correcto”.

“Y es nuestro momento para hacer lo correcto”, recalcó.

La rueda de prensa del gobernador se llevó a cabo en Uvalde, en Texas, donde ubica la escuela Robb Elementary, donde ocurrió la tragedia.

Abbott apareció flanqueado por responsables de seguridad y políticos, como los senadores por Texas en la Cámara Alta del país, los conservadores Ted Cruz y John Cornyn.

El martes, horas después del tiroteo, O’Rourke instó en Twitter a Abbott a que cancelara su aparición en una reunión esta semana de los líderes de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) en Houston, donde también se espera que intervengan otros dirigentes republicanos como el expresidente Donald Trump y Cruz.

Desde el tiroteo de ayer son numerosas las voces de los demócratas que se han alzado indignadas por el bloqueo de los republicanos a establecer un mayor control de armas de fuego en el país.

En junio del año pasado, Abbott firmó siete leyes que convirtieron a Texas en “un santuario” para ese tipo de armamento.

Esas normas entraron en vigor el pasado 1 de septiembre y permiten, entre otros, a los residentes de Texas portar armas de fuego en público sin necesidad de contar con un permiso, siempre y cuando sean mayores de 21 años.