Washington. La Policía de Texas admitió este viernes que fue un error no entrar antes y por la fuerza al salón en que se encontraba el atacante de la escuela en que murieron 19 niños y dos maestras el pasado martes, a la que los agentes tardaron en torno a una hora en acceder.

En una rueda de prensa, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, reconoció que no derribar la puerta y esperar a que llegase el conserje con la llave fue una “decisión incorrecta” y culpó de ella al máximo responsable policial que en ese momento se encontraba en el colegio.

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Según contó McCraw, después de haber oído múltiples disparos en el salón y que estos ya solo se dirigieran a la puerta cuando los agentes trataban de acceder, el citado jefe interpretó que ya no quedaba nadie con vida dentro salvo el agresor.

Esta interpretación le llevó a decidir cambiar el protocolo de “atacante activo” a “sospechoso atrincherado”, por lo que en lugar de derribar la puerta y entrar a la fuerza exponiendo a sus agentes a los disparos del agresor, optó por esperar a que llegase la llave y los refuerzos con el equipamiento adecuado.

“(El jefe policial) consideró que había tiempo y que ya no había más niños en peligro. Obviamente, sí que los había y el atacante seguía activo. Fue la decisión incorrecta y no hay ninguna excusa que valga”, reconoció McCraw.

Las 21 víctimas mortales del tiroteo se encontraban en la misma aula, pero cuando la Policía finalmente logró acceder, también halló en ella a niños con vida.

La matanza en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, es el tiroteo con más muertos en un plantel estadounidense desde la masacre en Sandy Hook, Connecticut, en diciembre de 2012.

Las llamadas de alerta a la Policía se produjeron incluso desde dentro del salón por parte de algunos alumnos.

Durante la hora en la que la Policía esperó los refuerzos y no realizó ningún intento de entrar al aula por la fuerza, había 19 agentes en el colegio.

Tras entrar en el aula, Salvador Ramos -tal y como ha sido identificado el agresor- cerró la puerta por dentro y disparó indiscriminadamente contra los alumnos y las maestras.

La actuación de la Policía está siendo objeto de numerosas y airadas críticas por parte de las familias y el público general en las redes sociales y los medios de comunicación, al considerar que las Fuerzas de Seguridad podrían haber actuado con más rapidez.