Miami. Las autoridades del condado de Miami-Dade, en Florida, han pedido ayuda a la comunidad para dar con el asesino de una mujer y su hija en 1985, que presuntamente un hispano enfurecido mató y las hizo desaparecer en bolsas.

El sospechoso del doble asesinato es Jorge Walter Núñez Paz, de origen peruano, ahora de 75 años, quien está acusado de dos cargos de asesinato en segundo grado por la muerte de su esposa, Nilsa Padilla, entonces de 37 años, y su hija de tres años Alicia Guzmán-Padilla.

En una rueda de prensa esta semana en una dependencia de la Policía de Miami-Dade, una de las hijas, Gloria Hampton, pidió ayuda pública para dar con el asesino, cuyo paradero es desconocido.

“Es frustrante saber que se salió con la suya (el asesino)” dijo Hampton sobre su padre, quien enfrenta además otros siete cargos de agresión sexual a un menor.

Núñez cumplió condena por varios delitos y fue deportado a Perú en 2004, antes de ser identificado como sospechoso de los dos asesinatos. Las autoridades creen que puede todavía encontrarse en el país suramericano, recogió el canal 6 South Florida.

No fue hasta 2010 que los detectives de la policía encontraron la conexión de las muertes de Nilsa Padilla y de su madre con Núñez, pero fue después de su deportación cuando obtuvieron esa información y pudieron avanzar en la investigación.

Este caso se remonta a abril de 1985, cuando aparecieron partes de un cuerpo desmembrado en la playa de Key Biscayne, que permanecieron sin identificarse durante unos 25 años.

En 2010, estos restos humanos fueron identificados como los de Nilsa Padilla, “la primera víctima de este caso”, y la Unidad de Casos sin Resolver de la Policía retomó la investigación.

“Mi otra hermana señaló a Alicia y la culpó de no comerse el cereal. Él (el padre) se enfureció tanto que la dejó inconsciente... y la metió en una bolsa. Salió y la arrojó al contenedor de basura... y esa fue la última vez que vi a mi hermanita”, dijo Hampton, según recogió la televisora.

La mujer añadió que ella y su otra hermana sufrieron también continuos golpes y abuso sexual por parte de su padre.

No fue hasta 2010 que Hampton acudió a la Policía y contó lo que sabía, algo que no había hecho antes por miedo a las amenazas de Núñez.

“Siempre nos amenazaba y nos obligaba a no decirle nada a nadie. Para mí, era una parte normal de la vida”, dijo.

Recuerda Hampton que, una vez, estando sentadas en la parte trasera del auto de su padre, este les dijo: “Digan lo que digan, mientan... Y lo hicimos”, dijo.

Añadió que recordaba también el momento en que Núñez mató a Padilla, la madre, y metió su cuerpo en una bolsa. Algunos de sus restos fueron encontrados dentro de la bolsa en 1985.

Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 5,000 dólares por cualquier pista que pueda dar con el paradero y el arresto del asesino.