Pocos cambios a espionaje en Estados Unidos tras caso Snowden
El exanalista generó un revuelo internacional al dar a conocer documentos secretos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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WASHINGTON.- El gobierno del presidente Barack Obama ha anunciado una serie de cambios modestos al uso de la información de particulares compilada con fines de inteligencia, medidas que subrayan cuán poco han contribuido las filtraciones de Edward Snowden para frenar la escala del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional en las comunicaciones globales vía internet.
Dieciocho meses después de la difusión del primer texto periodístico basado en las revelaciones de Snowden —ex analista de dicha agencia que generó un revuelo internacional al dar a conocer documentos secretos sobre programas de la misma_, y luego de un año de que el presidente Barack Obama propusiera en un discurso cambios a la compilación de datos por parte de la NSA (siglas en inglés de la agencia), la Casa Blanca anunció el martes nuevas restricciones a las normas que rigen la manera como el FBI, la CIA y otras agencias de inteligencia deben utilizar las comunicaciones de extranjeros por internet y por teléfono recopiladas por la NSA.
Sin embargo, la compilación de datos de particulares continuaría con la misma intensidad y escala de siempre, dejó en claro el anuncio.
Donde antes la información de un particular podía utilizarse por cualquier motivo y conservarse para siempre, ahora debe caer dentro de seis categorías de amenazas específicas y la que sea irrelevante será purgada después de cinco años.
Sin embargo, las categorías tienen la amplitud suficiente como para que un funcionario de inteligencia justifique utilizar un fragmento de la información perteneciente a un extranjero si lo considera necesario.
La información de particulares será necesaria sólo si es relevante para la lucha contra el espionaje enemigo, el terrorismo y la proliferación nuclear, para la protección de la seguridad cibernética, para contrarrestar las amenazas contra las fuerzas armadas y personal de Estados Unidos o sus aliados, y para combatir los peligros de la delincuencia transnacional.
La nueva política también impone mayor supervisión a la manera como las agencias de inteligencia usan las comunicaciones de particulares estadounidenses que hayan compilado sin orden judicial, lo cual deja claro, por ejemplo, que esa información sólo podría ser utilizada para enjuiciar a alguien por "delitos graves" como homicidio o secuestro, o relacionados con la seguridad nacional.
Sin embargo, los cambios no atienden las recomendaciones que hizo una comisión especial presidencial, de que la información que haya recolectado la NSA sin orden judicial jamás debe utilizarse contra un estadounidense en un tribunal, y que esa información sólo debe ser investigada usando el nombre de un estadounidense cuyo nombre aparezca en una orden judicial específica.
Robert Litt, director jurídico de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, dijo en teleconferencia con los reporteros que esas propuestas fueron consideradas demasiado restrictivas.