Padre de niño asesinado en Newtown pide entre lágrimas prohibición de armas
El panel sostuvo una audiencia en torno a un proyecto de ley para prohibir las armas de asalto y los cargadores capaces de portar más de 10 balas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Washignton.- Esforzándose por contener las lágrimas, el padre de uno de los niños asesinados en diciembre en la masacre de una escuela primaria en Connecticut imploró hoy a los senadores a que prohíban armas como la empleada para matar a su hijo de 6 años.
"No estoy aquí para causar lástima", afirmó Neil Heslin, un trabajador de la construcción de 50 años que dijo creció con armas y le había estado enseñando a su hijo Jesse acerca de ellas. "Estoy aquí por mi hijo".
Heslin habló durante 11 minutos con voz apenas audible y en ocasiones entrecortada ante la Comisión Judicial del Senado, la cual está profundamente dividida en torno al asunto del control de armas en Estados Unidos.
El panel sostuvo una audiencia en torno a un proyecto de ley presentado por la senadora demócrata Dianne Feinstein para prohibir las armas de asalto y los cargadores capaces de portar más de 10 balas.
Feinstein y sus aliados dijeron que sus propuestas disminuirían las muertes que ese tipo de armas de alto poder pueden provocar, pero los republicanos en el panel argumentaron que la medida violaría el derecho constitucional a portar armas y se las quitaría a ciudadanos que cumplen con las leyes y que sólo las utilizarían en defensa propia.
Heslin dijo que respalda a los que practican la caza deportiva y defiende la Segunda Enmienda de la Constitución que establece el derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego, pero también hizo notar que dicha enmienda fue escrita siglos antes de que se inventaran armas tan letales como las de asalto.
"Ninguna persona debería tener que pasar por lo que yo" y las familias de otras víctimas han tenido que soportar, dijo Heslin a los legisladores.
Recordó la mañana del 14 de diciembre de 2012, cuando el joven Adam Lanza de 20 años utilizó un fusil de asalto Bushmaster para matar a 20 alumnos de primer año de primaria y a seis miembros del personal en la escuela Sandy Hook en Newtown, Connecticut.
"Dijo que todo iba a estar bien", recordó Heslin que su hijo le dijo cuando lo dejó en la escuela. "Y no estuvo bien".
A pesar de la masacre de Newtown y otros tiroteos masivos que se han producido en el país, el difícil camino en el Congreso que enfrenta la legislación para el control de armas quedó de manifiesto el miércoles cuando el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, el republicano Bob Goodlatte, dijo oponerse a la verificación universal de antecedentes penales en las compras de armas, un elemento central en el plan del presidente Barack Obama para disminuir la violencia con armamento. Goodlatte les dijo a los periodistas que esa propuesta pudiera derivar en la creación de un registro federal de armas, algo que el gobierno de Obama ha dicho que no ocurrirá.
La audiencia del miércoles fue la tercera desde que la tragedia colocó a la violencia con armas de fuego entre las prioridades nacionales. Numerosos parientes y vecinos de las víctimas de Newtown, así como de otros tiroteos masivos en la Universidad Virginia Tech y en un cine de Aurora, estado de Colorado, llenaban el amplio salón.