Una ola de atentados mediante presuntos artefactos explosivos se registraron entre ayer y hoy en diferentes partes de Estados Unidos, incluyendo el envío de algunos de estos paquetes sospechosos a los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton.

“Estos son momentos preocupantes, de profundas divisiones, y tenemos que hacer todo lo que podamos para unir a nuestro país, también tenemos que elegir candidatos que traten de hacer lo mismo, de establecer metas que eleven a todos los floridianos y americanos”, dijo la excandidata presidencial Hillary Clinton.

Hillary estaba ayudando a los candidatos demócratas en sus campañas en Florida y no estaba en su vivienda en un suburbio de Nueva York cuando llegó el paquete, pero sí el expresidente Bill Clinton se encontraba en la casa en Chappaqua en el estado de Nueva York. El paquete fue interceptado en la oficina postal local, dijo una fuente oficial que pidió no ser identificada y nunca llegó a la casa Clinton. 

Además de los Clinton, quienes viven  en el sector Chappaqua, en Nueva York, recibieron artefactos sospechosos el expresidente Barack Obama, en Washington; las oficinas de la cadena CNN, aunque el paquete iba dirigido al analista John Brennan, la anterior residencia del exsecretario de Justicia Eric Holder, el Sunrise, Florida; la congresista Debbie Wasserman Schultz, en Florida; y en instalaciones postales del Congreso, en Maryland, se detectó un paquete contra la congresista Maxine Waters, aunque no se descarta otros.

También hubo alegaciones de artefactos en Casa Blanca, Washington, a la oficina del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, en Manhattan; y en el edificio en el que que ubica la oficina de la senadora Kamala Harris y el San Diego Tribune, en el mismo sitio en California. Casa Blanca dijo que esto nunca ocurrió y se determinó que fue una "falsa alarma" lo denunciado en California y lo de la oficina de Cuomo no estaba relacionado a atentados.

El Servicio Secreto precisó que respecto a los expresidentes Obama y Clinton, los paquetes sospechosos se detectaron en el monitoreo rutinario y nunca llegaron a las residencias de los exdignatarios. Reportes de medios, como NBC News, dicen que llegaron en sobres manilas y revelaban que habían sido enviados por la congresista Schultz, aunque se da por sentado que se trata de algo escrito falsamente. La de CNN fue descrita como una "pipe Bomb" o "bomba de turbo".

"El Servicio Secreto ha iniciado una investigación criminal de amplio alcance mediante el uso de todos los recursos disponibles a nivel federal, estatal y local para determinar la fuente de esos paquetes e identificar a los responsables", reza la declaración.

Expertos describían que los artefactos explosivos no eran muy elaborados, esto luego de la intervención de agentes federales, estatales y locales, incluyendo el uso de unidades especializadas antiexplosivos.

El presidente Donald Trump está siendo informado constantemente de lo que está pasando y se espera que ofrezca declaraciones más tarde hoy, según ha trascendido.

Mientras, el vicepresidente Mike Pence censuró el atentado. "Condenamos estos intentos de ataque contra el expresidente Obama, los Clinton, CNN y otros. Estas acciones cobardes son despreciables y no tiene espacio en nuestro país. Agradecemos la rápida respuesta del Servicio Secreto, del FBI (Negociado Federal de Investigaciones) y de agencias locales de ley y orden. Los responsables serán traídos a la justicia".

Trump se hizo eco de estas palabras`en redes sociales, mientras en una actividad en Casa Blanca sobre la lucha en contra de los opiácidos, el presidente dijo que a eso de las 2:00 p.m. los paquetes están siendo examinados y "se usarán todos los recursos" del gobierno federal para encontrar a los responsables de estos atentados.

"La seguridad del pueblo de Estados unidos es mi mayor prioridad", dijo Trump, quie dijo que la violencia política no tiene lugar en Estados Unidos. "En estos tiempos debemos unirnos", señaló.

Mientras James O’Neill, comisionado de la Policía de Nueva York, dijo que uno de los paquetes tenía un sobre con polvo y un artefacto que parecía ser un detonante activo. No se mencionó al mediodía de hoy de sospechosos, pero la pesquisa continúa en colaboración de agencias federales y locales.

“Es un atentado terrorista. ¿Su intención? Provocar miedo”, dijo Cuomo, quien recordó que los neoyorquinos llevan 25 años, desde el atentado de 1993 al World Trade Center.

 “Es claramente un acto de terror, intentando suprimir la libertad de prensa y los líderes del país mediante amenazas”, denunció el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.