Obama pedirá en G7 mantener sanciones a Rusia
El mandatario estadounidense también pedirá revisar campaña contra el Estado Islámico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Washington - El presidente de EEUU, Barack Obama, acude a la cumbre del G7, que comienza mañana en Alemania, con el objetivo de presionar a sus socios europeos para que mantengan las sanciones a Rusia por la crisis ucraniana y de revisar la campaña de bombardeos aéreos contra el Estado Islámico (EI).
Obama partirá esta tarde de Washington para asistir a la cumbre con los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá, en la que también se abordará el estado de las negociaciones nucleares con Irán e, inevitablemente, la crisis de Grecia.
Será la segunda cumbre del G7 y sin Rusia, un país al que Obama quiere que el grupo hable "con una sola voz" mediante el mantenimiento de las sanciones por su "agresión" en Ucrania, según explicó esta semana el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia telefónica con periodistas.
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Por ello, Obama insistirá en "la importancia de mantener las sanciones a Rusia para incentivar la plena aplicación" de los acuerdos de paz de Minsk para poner fin al conflicto en el este de Ucrania, así como para disuadir a Moscú de "nuevas agresiones", detalló Rhodes.
Además, "es importante que Rusia entienda" que habrá "consecuencias adicionales" si hay "más agresiones", subrayó el asesor, para quien hay que dar "tiempo" a que las sanciones puedan motivar un cambio de actitud en el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Lo hemos visto con Irán", citó Rhodes como ejemplo al recordar que al régimen de Teherán le ha costado "años" sentarse a negociar sobre su programa nuclear y que eso ha sido posible por las sanciones impuestas a ese país.
Mientras, la política de EEUU hacia Ucrania "no ha cambiado", en palabras de Charles Kupchan, director para Asuntos Europeos de Obama, quien destacó sus principales pilares: la presión a Rusia y a los separatistas, y el apoyo financiero y de seguridad a Kiev.
No parece probable, por tanto, que haya un anuncio en esta cumbre sobre facilitar asistencia letal a las fuerzas ucranianas, algo a lo que Obama es reacio, al igual que a enviar tropas estadounidenses a Irak para combatir contra los yihadistas del EI.
En el marco de la cumbre, Obama celebrará un encuentro bilateral con el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, en un momento de críticas a la estrategia contra el EI tras las derrotas en ciudades como Ramadi o la siria Palmira.
Rhodes, no obstante, aclaró que no se esperan anuncios sobre un cambio de estrategia y que EEUU "revisa" actualmente el tipo de asistencia que está dando a Irak para combatir a los yihadistas y "cómo" proporciona esa ayuda.
Este viernes, el Pentágono aseguró que los ataques aéreos de la coalición internacional contra el EI en Siria e Irak están acabando con la vida de 1,000 yihadistas al mes, aunque no reveló cifras estimadas de posibles muertes civiles.
Para la Casa Blanca, esta cumbre será también la oportunidad de revisar el estado de las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, a menos de un mes de que se cumpla el plazo para cerrar un acuerdo definitivo.
Al respecto, Obama busca expresar "nuestro compromiso de asegurar que el pacto final coincide con el sólido acuerdo marco alcanzado en Lausana", señaló Rhodes.
El mandatario aprovechará también la cita para tratar de avanzar su agenda comercial: por un lado con los europeos en relación al acuerdo de libre comercio e inversiones (TTIP), y por otro con Canadá y Japón sobre las negociaciones para el pacto de Asociación Transpacífico (TPP).
A su llegada a Alemania a primera hora del domingo, Obama se reunirá con la canciller germana, Angela Merkel, y ambos mantendrán un encuentro con ciudadanos en la localidad bávara de Krün, cercana al castillo donde se celebrará la cumbre del G7.
Asimismo, Obama prevé reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, para felicitarlo por su reciente reelección y revisar la "estrecha" cooperación bilateral en una amplia gama de asuntos globales, de acuerdo con la Casa Blanca.