Georgia.- Amber Vinson, una enfermera que se contagió de ébola tras atender a un paciente moribundo en Dallas, está libre del virus y fue felicitada por su valor y entrega al ser dada de alta del hospital el martes.

Otra enfermera, retenida contra su voluntad durante varios días en Nueva Jersey después de trabajar como voluntaria en África occidental, se encontraba en un lugar no revelado en Maine objetando las reglas de cuarentena por considerarlas excesivas.

Mientras gobernantes del mundo piden más médicos y enfermeras para el frente de lucha contra la epidemia de ébola, los trabajadores de salud en Estados Unidos se ven a la defensiva.

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Amber Vinson, quien contrajo el mal cuando atendía a un liberiano que estaba de visita en Texas, y Kaci Hickox, quien ha cuestionado las cuarentenas que imponen algunos estados a cualquiera que haya estado en contacto con enfermos de ébola, están representadas por abogados.

El virus se está propagando más rápido que la respuesta para contenerlo y ha matado a casi la mitad de las más de 10.000 personas que ha infectado en África occidental.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo el martes que se necesitan al menos 5,000 trabajadores de salud en Liberia, Sierra Leona y Guinea para combatir la epidemia. Kim se encontraba en Etiopía con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien se opone a las cuarentenas obligatorias para trabajadores sanitarios y sostiene que las restricciones a los viajes y los cierres de frontera no son una forma eficaz de combatir la enfermedad.

El Pentágono anunció el martes que el Estado Mayor Conjunto recomendó al secretario de Defensa, Chuck Hagel, que exigiera que todos los soldados que regresan de misiones de combate al ébola en África occidental queden en aislamiento supervisado durante 21 días. Por otra parte, en respuesta a esa propuesta y cuarentenas similares anunciadas por gobernadores estales, el presidente, Barack Obama, dijo que la respuesta al ébola debe "basarse en directrices científicas".

Obama llamó a Vinson el martes desde la Casa Blanca para ofrecerle apoyo.

El doctor Bruce Ribner, infectólogo que supervisó el tratamiento de Vinson en el hospital de la Universidad Emory en Atlanta, dijo que los médicos "admiran profundamente la entrega y el valor de la señorita Vinson en el cuidado de pacientes con enfermedades contagiosas graves".

Sin embargo, el viaje de Vinson a su casa para los preparativos de su boda fue uno de varios desplazamientos de médicos y enfermeras en Estados Unidos que podrían exponer a otros a la infección. Solo en Ohio, unas 150 personas estaban bajo vigilancia por haber estado en contacto o posiblemente en contacto con Vinson en una tienda y en los aviones en que viajó.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dijo que la decisión voluntaria de permanecer en casa era insuficiente porque los médicos y personal de enfermería habían estado en lugares públicos antes de enfermarse. Fue uno de los primeros en anunciar la cuarentena obligatoria de 21 días a quien hubiese tenido contacto con gente posiblemente infectada.